El partido entre el Everton y el Manchester City, que iba a disputarse este mismo lunes ha quedado aplazado sin día de celebración, después de que se haya confirmado un brote serio de coronavirus en el conjunto de Pep Guardiola.

A los cuatro positivos del día de Navidad, entre los que estaban Gabriel Jesus y Kyle Walker, se unieron otros cinco jugadores y dos miembros del cuerpo técnico, dando un total de once casos en el seno del club citizen.

Después de la última ronda de pruebas de Covid-19, el club notificó una serie de casos positivos, además de los cuatro ya informados el día de Navidad.

Basándose en un consejo médico, la Premier League, en consulta con ambos clubes, ha decidido posponer el partido.

"Después de la última ronda de pruebas de COVID-19, el club ha detectado una serie de casos positivos, además de los cuatro ya confirmados durante el día de Navidad. Con la seguridad de la burbuja comprometida, existía el riesgo de que el virus se propagara más entre el equipo, el personal y también más allá", reza el comunicado del equipo 'skyblue'.

Además del aplazamiento de este partido, también queda cerrada por un tiempo indefinido la ciudad deportiva del equipo, la City Football Academy, amén de un aislamiento estricto de los casos confirmados.

"Con la seguridad de la burbuja comprometida, existía el riesgo de que el virus se propagara más entre el equipo, el personal y potencialmente más allá. Basándose en los consejos médicos, la Premier League, en consulta con ambos clubes, ha decidido posponer el partido. Todos los casos positivos que involucren a jugadores y personal observarán un período de autoaislamiento de acuerdo con el protocolo de cuarentena de la Premier League y el gobierno del Reino Unido", explican en el comunicado del City, que ocupa momentáneamente la 6ª posición de la clasificación general de la liga inglesa