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Juan Ignacio Buzali, marido de Carolina Píparo, la mujer baleada, abrió el debate cuando afirmó que el gobernador Scioli le había dicho, ante su demanda de seguridad, "Me tienen con las manos atadas
"Yo te puedo dar todo pero igual te mato, ¿Donde esta el punto?" "Creíamos ingenuamente que mirar cuando salimos a sacar la basura, o cuando sacamos el auto, que con eso nos cuidábamos, y no es así" "Yo era un verdadero cagón" Palabras de Juan Ignacio en una entrevista con canal 13.
"Carolina había dicho: "no puedo creer que este tipo me este pegando" y luego le disparó, mi futuro era ese hijo, ahora no tengo futuro" "A ella la veo destrozada"
"El gobernador vino personalmente y me dijo: "Me tienen con las manos atadas" y yo le pregunte ¿Quien lo tiene con las manos atadas? y no me respondió" "Hay una improvisación política que no se puede creer, lo que hacen es maquillar las cosas, pero de fondo no hacen nada"
"Yo tengo que ir todos los días al trabajo y me miden por resultados; pero a esta gente ¿como las mido yo?"
Todo ocurrió en menos de 24 horas. La secuencia comenzó el miércoles a la noche, cuando Juan Ignacio Buzali –marido de Carolina Píparo– denunció “falta de decisión” por parte del poder político para enfrentar a la delincuencia. En sus primeras declaraciones públicas después del ataque que sufrió su mujer el 29 de julio, que provocó la muerte de su hijo Isidro, acusó: “Acá no hay decisión política, hay maquillaje”. Y sorprendió al destacar que Scioli le había manifestado: “Me tienen las manos atadas”.
Se habrió la polémica, la pregunta de algunos medios y de la oposición es: ¿Quien les ata las manos, sufre amenazas de alguna mafia, es la policía?
La verdad por lo que uno ve, es que las manos se las ata el mismo gobierno de la Nación, pues la inseguridad no está en la agenda del gobierno y nada de lo que no esté en su agenda podrá tener una respuesta mientras dure su gestión, ni el congreso podrá hacer que el gobierno cambie su postura en este tema, no olvidemos las palabras de Anival Fernandez, con respecto a la inseguridad, negando y diciendo que solo se trata de una sensación de inseguridad impulsada por los medios de comunicación.
Otras de las cosas es que lo que dice el ministro de seguridad y justicia de la provincia Ricardo Casal, "estamos trabajando mucho en materia de seguridad" Entonces uno se pregunta: ¿Trabajar mucho no significa que las cosas se estén haciendo bien? De ninguna manera. Un hombre que se va a ahogar podrá dar muchos manotazos, pero eso no le impedirá ahogarse, trabajar mucho no significa hacer las cosas que se deben hacer.
Voy a dar otro ejemplo: Uno de mis oficios es ser letrista, yo no le puedo decir a mi cliente, "trabaje mucho" cuando en realidad el trabajo quedó mal hecho, haber estado horas o días no reemplazará la técnica y la prolijidad que se requiere para hacer un logotipo o un diseño adecuado.
Uno ve que la policía hace operativos; pero son como trompadas de locos, la semana pasada pararon cómo treinta o más motos; pero allí nomás en capital hubo una salidera bancaria realizadas por motochorros, de que sirve parar al pobre laburante, cuando en realidad la investigación tiene que ir por otra vía.
No se trata de torturar al delincuente, ni que haya los llamados "gatillo fácil" pero tiene que haber policía de investigación, la delincuencia no puede tener más poder que una sociedad organizada. El delincuente es un pobre ser humano, pero hay que detenerlo porque mata gente. "Juan Ignacio dijo: En mi trabajo me miden por resultados" El resultado de la justicia y la seguridad es bochornoso, basta ver las estadísticas de muertes por la delincuencia para darse cuenta que los resultados son nefastos.
Si el ministro de seguridad me contratara para pintar su casa yo le tendría que pintar las paredes interiores con alquitrán y exigirle el pago como si le hubiera pintado la casa de terciopelo. Porque si el trabajo se midiera