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Fundamentos científicos y epidemiológicos. Función neuroprotectora.Preserva capacidades cognitivas en mujeres posmenopáusicas. Evita otras enfermedades neurodegenerativas. Estrógeno. Progesterona. Estradiol. Importancia estrógenos.Preparados transdérmicos
MAL DE ALZHEIMER: LA TERAPIA DE REEMPLAZO HORMONAL
PREVIENE ESTA ENFERMEDAD
Existen fundamentos científicos y epidemiológicos que permiten afirmar que la Terapia de Reemplazo
Hormonal (TRH) actúa como neuroprotectora del Mal de Alzheimer .
El experto estadounidense Andrew Levine informó que, de acuerdo a los últimos adelantos, la TRH
demuestra que en algunas formas sigue siendo un neuroprotector válido, que puede preservar las
capacidades cognitivas en las mujeres posmenopáusicas y evitar la enfermedad de Alzheimer y otras
enfermedades neurodegenerativas.
La enfermedad de Alzheimer (EA) es de etiología desconocida y conduce a la demencia. Se trata de la
enfermedad neurodegenerativa más frecuente y se cree que afecta a más de 4 millones de personas en
los Estados Unidos solamente. De hecho, se presenta en el 6% de la población mayor de 65 años.
En Estados Unidos se hizo un estudio sobre 7479 mujeres posmenopáusicas, que se dividieron entre las
que tenían histeroctomías y recibían estrógenos equinos conjugados (EEC) y aquellas que tenían el útero
intacto y consumían EEC más medroxiprogesterona.
Se obtuvo el siguiente resultado: arribaron a una tasa notablemente más alta de demencia las mujeres
que recibían hormonas, en relación con aquellas que eran tratadas con estrógenos y progesterona.
El deterioro cognitivo leve, también fue considerablemente elevado entre los grupos con hormonas .
Es importante destacar que los EEC no contienen estradiol, un compuesto estrógenico que se ha
demostrado repetidas veces que es neuroprotector.
Protección contra el deterioro cognitivo
Las concentraciones de estradiol caen precipitadamente en el organismo en un 90%, durante la
menopausia. Por lo tanto, la estrona (E1), el estrógeno primario de los EEC, se convierte en el estrógeno
endógeno predominante luego de la menopausia.
La progesterona es neuroprotectora cuando se utiliza sola o con estradiol.
Por lo tanto, aunque los estrógenos fueron el foco primario de la investigación de la TRH, es posible que la progesterona justifique atención adicional como agente que podría conferir protección contra la demencia y el deterioro cognitivo.
El argumento de que la TRH reduciría el riesgo de EA y mejoraría el funcionamiento cognitivo de las
mujeres posmenopáusicas sigue ganando apoyo de estudios epidemiológicos. El uso de estradiol
endógeno demostró más efectos beneficiosos, sobre todo en el procesamiento de la información, fluidez
verbal y atención, tiempo de reacción y otras capacidades cognitivas.
Un estudio de dos años de duración, mostró recientermente que las concentraciones más bajas de
estradiol endógeno se asociaban con mayor posibilidad de declinación, en una prueba de aprendizaje
verbal y memoria.
Esto llevó a los investigadores a sugerir que existe un intervalo ideal de estradiol exógeno, que puede
ayudar a prevenir la declinación cognitiva, y que las mujeres que tienen concentraciones más bajas de
estradiol endógeno podrían recibir el mínimo beneficio. Se constató que con el uso de estrógenos las
pacientes tuvieron mayor velocidad de procesamiento neural y aumento en el metabolismo cerebral.
Importancia de los estrógenos
Aunque la causa de la enfermedad de Alzheimer (EA) sigue siendo poco clara, los científicos afirman que
existe una fuerte indicación de que el amiloide beta participa en la cadena de acontecimientos que
conducen a la neuropatología de la EA. Las pruebas de que los estrógenos, en particular el estradiol,
protegen contra el daño inducido por el amiloide beta y los cambios relacionados con la proteína son
convincentes.
Otros hallazgos indican que el tratamiento previo con estradiol es eficaz para limitar la disfunción
mitocondrial, a través del mantenimiento de la homeostasis del calcio y la activación de mecanismos en la
protección de las neuronas contra la neurotoxicidad por amiloide beta.
Estos descubrimientos son congruentes con los estudios epidemiológicos que señalan que las mujeres
se benefician más de la TRH cuando la comienzan durante la menopausia, o poco después de ella.
Asimismo, se implicó la terapia de reemplazo hormonal como beneficiosa para el transporte y la
comunicación de neuronas en la enfermedad de Alzheimer. Además, se comprobó que el tratamiento
previo con estrógeno redujo el daño neuronal y disminuyó la isquemia.
Preparados transdérmicos
Los estrógenos pueden ser beneficiosos antes de los períodos de “estrés neuronal” o durante ellos. Sin
embargo, no sólo es fundamental el momento oportuno de la TRH, sino también la vía de administración.
Los preparados orales, que generalmente han consistido en estrona, están sometidos a metabolismo
hepático y a un aumento de los riesgos tromboembólicos.
Por el contrario, los preparados transdérmicos evitan estos problemas y conducen a un estado constante
de equilibrio. Se observó que los transdérmicos comunicaban efectos beneficiosos sobre la cognición,
comparados con sólo un 55% de aquellos que utilizaban preparados orales.
Por otra parte, hay que aplicar mayor atención a la mejor estrategia farmacéutica para administrar la TRH. En
Las pacientes que se encuentran en riesgo de EA, el mejor régimen de dosificación parece ser el
tratamiento previo y después la exposición continua.
El “sesgo de la célula sana” sugiere que la progesterona puede ser protectora si es introducida antes o
durante los períodos de estrés neuronal, pero puede ser nociva si se administra después de que las
células han avanzado hacia la degeneración. En consecuencia, se necesita una mayor investigación
para comprenderqué tipos de pacientes deben recibir qué tipos de estrógenos, en cuál etapa de sus
vidas y en qué estadio de la enfermedad.