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El sector del taxi ha convocado una protesta este jueves para denunciar el regreso "ilegal" de Uber a Barcelona. Los taxistas han acordado convocarse a primera hora de a mañana delante de las Torres Venecianas de la plaza de España, y a partir de ahí iniciar una marcha lenta que recorrerá la Gran Vía y bajará por Vía Laietana, hasta llegar al Parlament de Cataluña. El recorrido también incluirá una parada delante de Foment del Treball, a quien acusan de amparar la llegada de la multinacional norteamericana de vehículos de alquiler con conductor (VTC).
El portavoz de Élite Taxi, Tito Álvarez, insiste en que la entrada de Uber en Barcelona "no respeta" el reglamento metropolitano del taxi y advierte a los 'compañeros' que acepten trabajar para la aplicación: "Son unos traidores y los denunciaremos".
Uber dejó Barcelona el 1 de febrero de 2019 después de la aprobación del decreto de la Generalitat que obliga a pre contratar el servicio de vehículos de alquiler con conductor (VTC) con una antelación mínima de 15 minutos, y la prohibición de estacionar en la vía pública o de volver a la base después de prestar el servicio. En aquél momento también dejó Barcelona la empresa Cabify, aunque acabó volviendo aceptando la normativa de la Generalitat.
Ahora, Uber ha decidido prestar de nuevo servicio en la capital catalana de la mano de más de 350 taxistas que se han mostrado dispuestos a trabajar con la aplicación, según fuentes de la compañía.
David Miró es uno de los taxistas concentrados este jueves en Barcelona. Critica el "juego sucio" de Uber, al querer trabajar con más privilegios y bajo sus propias normas: "El problema es que nosotros trabajamos con el precio que nos marca el Ayuntamiento, y ellos con el precio que marca Uber", ha dicho en declaraciones a 20 Minutos.
Por ello, los taxistas reclaman igualdad de condiciones: "Si quieren trabajar en Barcelona, lo tienen que hacer respetando las normas. Todos tenemos que trabajar con taxímetro y con las tarifas que nos marca el Ayuntamiento", reitera, y recuerda las malas condiciones que ya vienen arrastrando por la crisis sanitaria: "Llevamos toda la pandemia facturando como un 60% menos. Nos están multando porque no sabemos ni en las paradas, no paramos de dar vueltas. Y una multinacional puede venir aquí y marcar sus normas".
Los taxistas sospechan que los 350 taxistas que Uber asegura que están dispuestos a trabajar con ellos no son autónomos, sino asalariados de alguna flota de taxis. "Las flotas ven con cariño a Uber porque sabe esclavizar al trabajador. Pueden tener trabajadores por un precio bajo, y les da un beneficio. Las personas que tienen 30 empleados son las únicas que pueden ver con buenos ojos la entrada de Uber", apunta Miró.
Patricia A., otra de las taxistas que hoy protesta en Barcelona, el temor porque el VTC se quede con el monopolio del taxi de una forma irregular: "Quieren privatizarlo y quedarse con todo", manifiesta, y subraya la importancia de la acción de hoy: "Queremos que nos escuchen y que se vea que estamos ahí, apoyándonos. Que no puedan quedarse con todo como ya han hecho en otras ciudades", manifiesta desde el interior de su vehículo.