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Ante la nueva realidad comunicacional que instaló el Gobierno Nacional con el proyecto de ley que modificará la vieja Ley de Radiodifusión del “Proceso”, es importante generar espacios de discusión y debate. Una opinión sobre la nueva realidad de los medios de comunicación.
Preguntarse cuando fue el divorcio, la separación de los medios y la comunicación es una tarea que debiéramos hacer a la hora de encontrarnos frente a un papel, un micrófono o una cámara de televisión.
Los medios como avance tecnológico de la humanidad son las herramientas donde la comunicación, originaria desde los comienzos del ser humano, fluye y se dispersa por todas las latitudes al encuentro del receptor y en ese transitar va conectando distintos paisajes, culturas y miradas.
En este momento donde la comunicación llega hasta los lugares más recónditos del planeta, la tecnología, en constante crecimiento, ha sido la vanguardia de una ideología globalmente uniformada donde, al transcurrir del tiempo, la técnica a desplazado el interés primero que es el comunicar, el estar en permanente contacto con el otro.
Por lo tanto se insiste en el tecnicismo y en la proliferación de tecnócratas, a tal punto que son los únicos aceptados socialmente para referirse sobre el arte de la comunicación. A tal punto, que se va creando una cierta elite, una casta social que se presenta como los “comunicadores profesionales”, formadores de opinión aptos para hablar sobre el tema en cuestión.
Frente a esta realidad, no es erróneo pensar que otros con el mismo interés de comunicar vayan a la búsqueda y apropiación de dichas tecnologías en abierta disputa del espacio que ocupa esta casta dominante.
Este marco social no sólo se produce en los medios de comunicación, sucedió y sucede lo mismo en la literatura, las artes plásticas, la música, las ciencias y en la madre de todas las artes, la política.
Esta lucha de intereses, esta lucha de poder, genera y es causal en gran medida de esta disociación de los medios y la comunicación a tal punto de no poder diferenciar cual de estos temas es el importante.
La capacitación libre y abierta de la técnica se abre paso en pos de la horizontalidad del dominio del modo y el pensar en los medios.
Es allí que la idea de comunicación propia irrumpe como una mirada nueva donde el actor fundamental de este fenómeno es el pueblo.
Un pueblo ávido por comunicar y comunicarse en busca de espacios de expresión frente a los medios masivos de comunicación actualmente establecidos.
Es sin duda que este fenómeno avanza y rompe con la estructura de los estereotipos impuestos, donde los formadores de opinión ya no causan efecto, además de ser cuestionados por la opinión pública. Obligando a las empresas de medios a modificar su arquitectura arcaica, como de sus prácticas a la hora de comunicar.
La capacitación libre y abierta se abre paso por sobre las “casas de altos estudios” para grupos selectos, y las jornadas, talleres o encuentros sobre comunicación se suceden por millares en pos de la horizontalidad del dominio de la técnica y el pensar en los medios.
Ante este nuevo escenario los medios masivos de comunicación deben replantearse sus prácticas y formas para conectar con el lector, radioescucha o televidente. No hacerlo, sería un grave error de absolutismo.
La innovación y la re-estructuración del formato de las empresas de medios llevan consigo la comprensión y aceptación de este fenómeno hacia la superación de viejas prácticas obsoletas, mientras que desde la base misma de la sociedad van surgiendo nuevos comunicadores en contacto directo con la realidad diaria de las poblaciones.
Acompañar este proceso es la acción del momento, potenciarlo y fortalecerlo es la tarea por venir. En este nuevo paradigma comunicacional todos formamos parte, en adhesión u omisión, todos somos protagonistas de este nuevo escenario.
Una herramienta de construcción social que nos abre una nueva época en la comunicación dentro de la Provincia del Chubut y por que no, en toda nuestro territorio argentino. Donde apertura y audacia son los signos de este tiempo.
La tecnología, al transcurrir del tiempo, a desplazado el interés primero que es el comunicar, el estar en permanente contacto con el otro.