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Al menos cinco mineros murieron y unos 400 se encontraban atrapados tras una explosión este martes en una mina de carbón en Manisa, una ciudad del oeste de Turquía, indicaron las autoridades.
"Cinco personas murieron y 30 fueron rescatadas", declaró el alcalde de Manisa, Tchengiz Ergun, en momentos en que los socorristas intentaban desesperadamente socorrer a cientos de mineros aún atrapados.
La explosión habría sido causada por una falla eléctrica, registrada alrededor de las 12H30 GMT.
Los bomberos trataban desesperadamente de bombear aire en las galerías de la mina para los mineros que seguían atrapados a unos dos kilómetros bajo tierra y a una distancia de cuatro kilómetros de la entrada de la mina.
Los bomberos indicaron sin embargo que una espesa humareda impedía la progresión de los equipos.
Los socorristas enviaron un helicóptero al lugar del accidente y el ejército un equipo de unas veinte personas, según la agencia de prensa Anatolia.
Al parecer los mineros tienes máscaras de gas a su disposición pero se ignora cuanto tiempo pueden sobrevivir en esas condiciones.
Según medios de comunicación locales, 580 personas se encontraban en la mina en el momento de la explosión, pero un gran número logró escapar.
Varios familiares de los mineros, inquietos o incluso en llanto, se desplazaron hasta el lugar del accidente.
El ministro turco de Energía, Taner Yildiz, se negó por su parte a dar un balance de las víctimas. "No quiero dar ninguna cifra. Primero debemos entrar en contacto con los mineros bajo tierra", declaró a la prensa antes de dirigirse al lugar del accidente.
"Cuatro equipos de socorro están trabajando actualmente en la mina. El problema es el fuego, pero enviamos oxígeno a las galerías que no fueron afectadas", añadió.
Muzaffer Yurttas, diputado de Manisa del partido de gobierno, el AKP, dijo por su parte que entre 300 y 400 mineros seguían atrapados en la mina. Según otras estimaciones, entre 200 y 300 personas estarían aún bajo tierra.
Los servicios del primer ministro Recep Tayyip Erdogan dijeron estar "atentos" a la situación.
Vedat Didari, especialista de la industria minera, explicó a la AFP que el principal riesgo es la falta de oxígeno.
"Si los ventiladores no funcionan, los mineros pueden morir en una hora", dijo Didari, de la Universidad Bulent Ecevit de Zonguldak.
Las explosiones en las minas de carbón son comunes en Turquía, principalmente en el sector privado, en donde, a menudo, no se respetan las reglas de seguridad.
El accidente más grave tuvo lugar en 1992, cuando 236 mineros perdieron la vida en una explosión de gas en la mina de Zonguldak.
El distrito de Soma, que tiene alrededor de 100.000 habitantes, es uno de los principales centros de extracción de lignito (carbón fósil), la principal actividad de la región.