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Proporciona luminosidad y acelera la renovación celular
Por sus propiedades cicatrizantes y bactericidas, la miel ha sido utilizada desde siempre como un remedio eficaz para curar heridas, úlceras y quemaduras. La miel es rica en aminoácidos, indispensable para el buen funcionamiento de las células, hidrata y nutre todo tipo de piel; además, al no poseer ningún componente oleoso, no engrasa. Los minerales y oligoelementos que contiene se absorben a través de la piel.
También posee muchas sustancias que constituyen un factor hidratante natural, cuya función es formar un filtro protector frente a las agresiones externas. Proporciona luminosidad, acelera la renovación celular, atenúa las arrugas y elimina espinillas, pues los minerales que contiene son adecuados para tratar las impurezas y las pieles grasosas. Es también un potente antibiótico natural, capaz de normalizar los procesos infecciosos que causan el acné.
Rica en aminoácidos, indispensable para el buen funcionamiento de las células
Algunos consejos:
Algunas mascarillas:
Zanahoria rallada con una cucharada de yogurt natural o leche y miel de abejas. Dejar por media hora y retirar con agua tibia (Para la piel reseca).
Yema de huevo con miel de abejas y unas gotas de jugo de limón. Dejar por media hora y retirar con agua fresca (Para piel grasosa).
Una cucharada de miel de abejas con jugo de un limón. Se deja por veinte minutos y se retira con agua tibia (Para suavizar el rostro).
Pulpa de aguacate con miel de abejas y limón. Aplicar por cinco minutos y retirar con agua fresca (Para nutrir y suavizar la piel reseca).
Potente antibiótico natural, capaz de normalizar los procesos infecciosos que causan el acné
Tomado de: Frutoterapia y Belleza, Albert Ronald Morales