
Las empresas mineras del mundo tienen los ojos y manos puestos en Argentina, luego de la devaluación del peso, el negocio minero se volvió particularmente rentable, ya que los costos de mano de obra, servicios, compra de tierras y otros se han reducido drásticamente, mientras que los productos extraídos se venden a precios internacionales, en dólares. Muchos minerales que se llevan al exterior son mediante una simple declaración jurada y sin control estatal. Los privilegios que ofrece nuestra legislación se traducen en exenciones de todo tipo. 300 minas a cielo abierto estarían funcionando en los próximos 10 años, según calculan los especialistas. 13 son las provincias mineras comprometidas en este tipo de actividad.
El 95% de la minería a cielo abierto es llevada a cabo por empresas extranjeras. Argentina es el sexto potencial minero del planeta, en sus entrañas guarda enormes depósitos de oro, plata, cobre, plomo, estaño, zinc, molibdeno, cobalto, uranio, potasio, litio, níquel y diversos minerales poco conocidos pero valiosos y muy utilizados en diferentes industrias. Como vemos para ser un país rico no basta con encontrar una mina de oro, ni con tener riquezas de todo tipo, sino en proyectar un país para todos y obrar en consecuencia.