“Hay que renovar las instituciones para que sean útiles a la sociedad. Será un proceso rico y dinámico. El estado de control debe ser permanente. Las instituciones siempre son perfectibles”, prometió Garré. También admitió que la inseguridad “es una preocupación de este Gobierno” y que combatirán “la criminalidad organizada”

Esta determinación de la presidenta de la Nación es el primer gran paso en el antes y después de Nestor Kirchner, la ceguera de Aníval Fernandez fue una de las cosas que más daño le hizo tanto a la Nación como a la misma gestión de gobierno de los Kirchner. La negativa de la realidad de parte del jefe de

Esa negativa de la realidad dejo en la ciudadanía la imagen de una presidenta ajena al dolor e insensible a los hechos de dolor e inseguridad que se vivió en el país los últimos años, hoy este cambio da esperanza y un poco de axigeno a la gente para poder creer en un país y en sus instituciones.

Garré evitó referirse al jefe de Gabinete K, Aníbal Fernández —quien perdió el manejo político de la fuerza—, aunque advirtió que los policías que estarán a su cargo “deberán capacitarse lo más posible” y que se preocupará “por sus derechos y bienestar”. Pareció un mensaje pensado para tratar de poner paños fríos al fuerte impacto que generó en la institución la purga de los once comisarios generales, más los dos jefes.