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Desde un palco flanqueado por las consignas "No al impuesto al trabajo" y "Sí a las asignaciones familiares", el actual secretario general de la central obrera y candidato a la reelección aclaró que el cese de actividades de la jornada había sido convocado por su antiguo gremio, Camioneros, al cual habían adherido otros sindicatos afiliados a la CGT Azul y Blanca, pero que no se trataba de "un paro general", denunció que "los funcionarios que atacan a las organizaciones gremiales no son peronistas", negó que sus reclamos fueran "una extorsión", y afirmó que "no estamos atancando a nadie sino defendiendo a los trabajadores". En varias ocasiones invocó al General Perón y sostuvo que "somos mansos, nobles y prudentes" pero "no tontos", repitió que la esencia del peronismo "son los trabajadores y el peronismo jamás será destruido", y exhortó al Gobierno a abandonar "la soberbia" y a buscar soluciones "compartidas" a sus reclamos.
Bajo las consignas de modificación del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias y la eliminación de los topes para las asignaciones familiares, y con el respaldo de la disidente CGT Azul y Blanca, de Luis Barrionuevo, y los partidos del Frente de Izquierda se cumplió el "paro general" convocado por la confederación General del Trabajo. Los principales gremios cegetistas, que se oponen a la continuidad del camionero en la conducción de la central obrera, le dieron la espalda.
En el comienzo de su discurso, Moyano debió aclarar que "no paró la CGT; paró Camioneros con la adhesión de algunas organizaciones", y celebró que "se haya llevado a cabo una marcha de protesta y totalmente en paz". Además, remarcó esta tarde que las protestas que encabeza "no son destituyentes" sino que "fortalecen la democracia".
En la misma línea, el actual líder de la CGT cuestionó que se califique como una "extorsión a un reclamo legítimo de los trabajadores", y se quejó de que "pareciera que un paro general, como legítimamente está establecido en la Constitución, fuera un golpe de Estado". "¿En qué país estamos viviendo, cómo puede ser que funcionarios por capricho no quieren dar respuestas a los legítimos reclamos de los trabajadores y quieren distorsionar los reclamos?", se preguntó.
Al referirse a sus reclamos de la modificación del mínimo no imponible y la eliminación de los topes para las asignaciones familiares, Moyano sostuvo que "hay alrededor de 2 millones de trabajadores a quienes se les descuenta el minimo no imponible" y dijo que "se discrimina cruelmente a los hijos de los trabajadores". "El gobierno debería poner énfasis y solucionar estos problema", opinó.
Después de la dura réplica de la Presidenta a la protesta, el camionero había ratificado la convocatoria con el argumento de que "mientras el Gobierno dio respuestas a los reclamos de los trabajadores, la relación era normal. El Gobierno dejó de dar respuesta a los trabajadores y se terminó la relación". El propósito original de Moyano de cumplir el primer paro nacional contra el gobierno kirchnerista se diluyó rápidamente por la deserción de los principales gremios de servicios e industriales que lo enfrentan dentro de la CGT. Los choferes de la UTA, los ferroviarios de la UF y La Fraternidad, junto con los peones de taxis y al gremio de los subterráneos garantizaron el transporte público, mientras los estatales nucleados en el mayoritario UPCN y el personal legislativo de APL desarrollan tareas normales en la administración pública. Tampoco participaron de la movida los metalúrgicos de la UOM ni los mecánicos del Smata, los obreros de la construcción, los empleados de comercio y los de la alimentación, ni los trabajadores de Luz y Fuerza, telefónicos y de obras sanitarias, entre muchos otros. El rechazo de la CTA, liderada por Hugo Yasky, también le restó el apoyo de los principales gremios docentes.
La CTA disidente de Pablo Micheli terminó por "adherir" al paro pero no a la movilización. Esperaron sin suerte una convocatoria de Moyano y, ya sin protagonismo, decidieron apostar a sus propios reclamos: su principal gremio, ATE, marchó casi a la misma hora pero en sentido contrario, hacia el Congreso.
Las calles de la Ciudad de Buenos Aires, en tanto, amanecieron con gran cantidad de residuos debido a la falta de recolección, y desde temprano la Avenida 9 de Julio se mantuvo cortada desde Corrientes hasta Independencia, donde estacionaron los micros que trasladaron a los manifestantes.