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Al menos cuatro reos murieron durante una protesta en el penal de Cadereyta, en el estado mexicano de Nuevo León (norte), donde los reclusos incendiaron distintos objetos e ingirieron medicamentos psiquiátricos de la enfermería, informó este miércoles el gobierno local.
La fiscalía estatal "localizó cuatro cuerpos de internos fallecidos", informó un comunicado gubernamental, tras la protesta protagonizada por reclusos el martes por la noche.
Otros 22 internos fueron trasladados a un hospital de la capital estatal, Monterrey, para ser atendidos por distintas lesiones e intoxicación, agregó.
Las autoridades no precisaron cómo fallecieron los internos, pero medios locales señalaron que habrían muerto por quemaduras o intoxicados tras ingerir los medicamentos psiquiátricos.
Los reos, según los medios, protestaban en reclamo de mejores condiciones de reclusión y del cese de las estrictas revisiones a las que son sometidos sus familiares cuando los visitan.
En la protesta de la noche del martes, quemaron colchones, mantas y otros objetos además de asaltar la enfermería, donde tomaron medicamentos psiquiátricos controlados, según el gobierno local.
Los reos ya habían protagonizado una primera protesta el lunes por la noche que no había dejado víctimas.
Según un informe de la Comisión Nacional mexicana de Derechos Humanos, 71 penales estatales y seis federales de México sufren problemas de sobrepoblación, lo que ha propiciado motines, riñas y fugas.
El fin de semana, tres reos murieron en un incendio durante una protesta en el penal de Ciudad Victoria, en el norteño estado de Tamaulipas, del que días antes se habían fugado 29 reos, de los cuales 16 fueron recapturados.
Hace un año, una brutal pelea entre reos de bandas rivales dejó 49 muertos en la cárcel de Topo Chico, también en Nuevo León.