Jessica Vall puede ser un buen ejemplo para aquellos nadadores que dudan en entregarse plenamente al deporte, porque no pueden compaginar sus estudios con la exigencia de la piscina. Cuantas carreras deportivas se han truncado por ello? Así a bote pronto recuerdo unas cuantas. Jessica se entregó a los libros, aunque siguió entrenando sin demasiada exigencial, quiza con marcas discretas, pero una una vez obtenida su licienciatura en Biomedicina, se lanzó a entrenar al máximo nivel.

La medalla de bronce obtenida en Berlin en los 200 braza, le servirá, como dice ella misma "para seguir superandome cuando reanude mis entrenamientos".

Con su presea en 200 y su cuarto puesto en los 100, Jessica ya está pensando en el Mundial de Kazan el próximo año y.... en Rio 2016.

Su edad puede ser un problema, pero, todos hemos visto como la mente, a veces, domina los músculos.

Su medalla ha sido celebrada en el Hosptal del Mar de Barcelona, donde Jessica ha estado colaborado

"El día del 100 sabia que podía estar en el podio, pero me tiré algo nerviosa, pero en los 200 he nadado de menos a mas l tal y como habia estado entreando y me ha salido redondo."

En su momento de gloria, Jessica tuvo un recuerdo para todos los que la han ayudado a tirar adelante la carrera y los entrenamientos, sus compañeros de la Pompeu Fabra en los trabajos de practicas, su tutora cambiandole fechas de examenes, sus padres, su pareja, todos los que de una u otra forma han puesto su granito de arena para que Jessica, a sus 26 años suba al podio de un Campeonato de Europa, llena de ilusiones y con perspectivas de futuro.