Los territorios del sur argentino siguen siendo rematados, pero al más bajo precio. Están cambiando deuda por naturaleza. Están dejando a la gente sin tierra y a la tierra sin gente
Son pocos los mapuches y campesinos que siguen habitando estas tierras enclavadas en paraísos naturales con lagos y cordillera.El mayor terrateniente de la Patagonia es el grupo italiano Benetton que posee 900 mil hectáreas en las provincias de Neuquén, Río Negro y Santa Cruz. Otros latifundistas conocidos son el ex dueño de Hard Rock Café, Joe Lewis; el accionista de TNT, CNN, HBO y Warner Brothers, Ted Turner; el empresario George Soros; Perez Companc, Amalita Lacroze de Fortabat y el empresario y conductor televisivo Marcelo Tinelli.
En 1992, se promulgó la ley provincial de Tierras de Chubut que dio lugar a la creación del Instituto Autárquico de Colonización (IAC) para regularizar las ocupaciones precarias de tierra. A las familias indígenas asentadas en territorios fiscales y a las familias campesinas que hubieran trabajado la tierra durante más de veinte años -por cumplimiento del Código Civil-, les deben entregar los títulos de propiedad de manera gratuita. Para dar un ejemplo de cómo funciona el IAC, en 2004 entregó sólo 9 títulos de propiedad.
La falta de políticas de estado obliga a los habitantes a defenderse a si mismo, mientras el gobierno olvida a los más desprotegidos y beneficia a los amigos del poder
En 1994, dentro de la reforma de la Constitución Nacional Argentina se promovió el reconocimiento de las comunidades aborígenes. El artículo 75 inciso 17 indica que el estado reconoce la preexistencia étnica y cultural de los pueblos originarios y promueve la entrega gratuita de sus tierras ancestrales y de las que sean necesarias para el desarrollo humano. Estas tierras no pueden ser enajenadas, sin embargo, son constantes los casos de desalojo en todo el territorio nacional con ese fin.
En Chubut la comunidad de Río Persey, a 13 km de Esquel, resiste en el campo a pesar de las dificultades para vivir. Son 30 familias de mapuches y campesinos que viven de la cría de un número reducido de animales, de la recolección de leña muerta para vender o del cuidado de estancias. A pesar de que habitan allí hace años todavía no pueden acceder a los títulos de propiedad, por lo tanto no pueden sacar créditos para mejorar su situación económica y calidad de vida y viven con la posibilidad de que sean desalojados o que les quiten parte de su tierra. Hoy más que nunca el control lo deben ejercer los pobladores patagónicos, por la vida y el territorio, contra el saqueo y la contaminación, por la defensa de los pueblos originarios y los campesinos.
Están dejando a la gente sin tierra y a la tierra sin gente
La falta de políticas de estado obliga a los habitantes a defenderse a si mismo, mientras el gobierno olvida a los más desprotegidos y beneficia a los amigos del poder.