La habitación de Rayellen Andrade está empapelada de fotos de una sola persona, Neymar. Ni estrellas de TV o cantantes, sólo este futbolista que enloquece a la juventud brasileña con el toque del balón.

"Es que en la sangre del brasileño corre fútbol", explica la chica de 17 años, parada frente al hotel de Brasilia donde se hospeda la selección brasileña de cara al tercer partido del Mundial contra Camerún.

Rayellen viajó 45 minutos desde Sobradinho, una ciudad satélite a 22 km de la capital, para tratar de ver a su ídolo, así sea de lejos. Trajo consigo una imagen de cartón a escala real del atacante de la Seleçao.

"Me gusta por lo que él es dentro y fuera de campo, por su estilo juvenil de jugar, por estar siempre pendiente de nosotros", explica Rayellen.

No es la única 'Neymarzete', como se hacen llamar las fanáticas de Neymar, el joven alto y flaco de 22 años que es la estrella de la selección.

El "¡Neymar, Neymar!" a todo gañote retumba. Deayse Coelho, de 14 años, casi pierde la voz llamándole. Colgando de una reja, se contorsiona cuando ve pasar a su ídolo a los lejos.

¿Qué le dirías si viene aquí? "No sé si podría controlarme", confiesa con la respiración acelerada.

- Mohicano sirio -

Con camisetas de la selección, Limar Fahad, de 6 años, corre con un balón en el jardín fuera del hotel. Le gusta que su nombre rime con el de su gran ídolo, Neymar.

Este pequeño, que como su hermano Juman tiene el corte tipo mohicano que caracterizó al atacante, vino con su familia hace un año y medio como refugiados de Siria. Al entrar en la escuela, sus amigos le contagiaron la pasión por el '10' de la Seleçao.

"Me gusta que sólo hace goles", dice a la AFP con voz tímida.

Hay niños de todas las edades. Eloah Guedes Silva, de 10 años, practica con su amiguita Maria Clara Sousa Casa, de 7, el himno nacional brasileño. Saben lo mucho que emociona a los jugadores en los partidos y quieren motivarlos. A fin de cuentas, ellas aún no vieron a su Seleçao alzando la Copa en vivo.

"Veo todos los juegos de Brasil, aunque a veces tengo clases", dice Maria Clara con su voz de pequeña.

Desde que comenzó el Mundial en Brasil los jugadores han insistido en la importancia de la fuerza con que se canta el himno desde las tribunas. Es una motivación, aseguran.

- ¿Davidluizetes? -

Neymar acapara la atención, pero las 200 personas que se concentraron a las afueras del hotel dan una dosis de cariño a cada jugador que pasa. Marcelo mueve los brazos con energía para saludar desde la ventana en el área de los elevadores y se lleva su grito.

Es una selección de estrellas de rock.

El veterano portero Julio Cesar fue el único que salió en la mañana para dar autógrafos y hacerse fotos. Y el fanático Alvimar Junior, de 16 años, fue uno de los afortunados: se fue feliz con su camiseta firmada.

Hay fans para todos. Rafaela Santana no es 'Neymarzete', como Rayellen y Deayse. Su amor incondicional es para David Luiz, el nuevo fichaje del París Saint-Germain.

Entonces, si Neymar tiene las 'Neymarzetes', David Luiz tiene... ¿las Davidluizetes? Rafaela ríe.

¿Por qué no Neymar? "Neymar nada... David es humilde, es del pueblo. Voy hasta París atrás de él", asegura Rafaela. "No tiene goles, pero sus defensas son como goles", dice por su parte Ana Catarina Serra, de 17 años, que está con Rafaela también a las afueras del hotel.

Ninguna de las dos tiene entradas. Rafaela irá hasta el estadio Mané Garrincha para tratar de entrar "de cualquier manera". "Y si no, me buscaré una escalera, pero de que lo veo, lo veo", lanza.

Ana Catarina es más supersticiosa. "Si no lo veo en casa, perdemos", asegura.

Y Brasil necesita ganar para asegurar su boleto a los octavos de "su" Mundial... Así de simple.