Un nuevo escándalo se ha destapado en la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) ante la sospecha de que el equipo de los New England Patriots pudiera haber desinflado intencionadamente los balones en la victoria ante los Indianapolis Colts que le dio el pase a la Super Bowl el domingo.

Michael Signora, portavoz de la NFL, confirmó que la Liga está investigando el asunto, después de que el canal de televisión de Indianápolis WTHR-TV destapara la historia, informando de que un balón con menos aire del reglamentado podría ser más fácil de lanzar y capturar bajo un tiempo inclemente como el del domingo, cuando los Patriots derrotaron a los Colts por 45 tantos a 7 en el Gillette Stadium, en un partido que se jugó bajo una lluvia torrencial. La cadena de televisión dijo que los árbitros del partido llegaron a pesar un balón para ver si estaba correcto, pero la NFL no confirmó el hecho ni dio información al respecto.

Si los Patriots son culpables de desinflar los balones intencionadamente, podrían perder varias selecciones en el próximo 'draft' de la NFL.

De acuerdo con el reglamento de la NFL, en un partido jugado al aire libre, el equipo local tiene 36 bolas "disponibles para la prueba con un medidor de presión por el árbitro dos horas antes de la hora de inicio del juego para cumplir con los requisitos de la Liga". Las reglas especifican la presión aceptable y el peso de los balones.

El quarterback de los Patriots, Tom Brady, calificó las acusaciones de "ridículas" durante una entrevista el lunes en un programa de radio de Boston. "Esa es la última de mis preocupaciones, " dijo Brady. "Yo ni siquiera voy a responder a este tipo de cosas", sentenció.

Sin embargo, el entrenador de los Patriots, Bill Belichick, dijo que el equipo iba a cooperar con la investigación. "Vamos a cooperar plenamente con lo que la Liga quiere que hagamos, cualquier pregunta que tengan para nosotros, lo que quieren que hagamos", dijo Belichick en una conferencia telefónica. El entrenador dijo que escuchó por primera vez estas informaciones el lunes por la mañana y, en su entrevista semanal en la radio, se le notó perdido cuando se le preguntó sobre el tema. "Realmente no sé qué decir, ni sé nada de lo que estamos hablando aquí. Sea lo que sea, vamos a cooperar con ellos lo mejor que podamos", apuntó el técnico.

En medio del escándalo, el exquarterback y campeón de la Super Bowl 2012 con los Tampa Bay Buccaneers, Brad Johnson, reconoció haber pagado para alterar los ovoides antes de dicho campeonato, según un medio de prensa de la Florida. En una entrevista para el Tampa Bay Times publicada el miércoles, Johnson confesó que le costaba trabajo manipular los balones nuevos designados para este partido, por lo que optó por manipular los 100 ovoides con que contaba la NFL para la 37ª Super Bowl, que los Bucks le ganaron a los Oakland Raiders. "Le pagué a algunas personas para arreglar los balones. Tomé los 100 balones y me hice cargo de ellos", reveló Johnson, quien dijo haberse gastado 7.500 dólares en esa empresa.