¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Adrnoel escriba una noticia?
Resaltar las cosas que valen la pena no siempre está a la vista de todos, sino de aquellos que no miden el interés
La gran noticia, la verdad que condena la objetividad. Así la noticia barre la condena de lo otrora. La cuota implícita de relativismo, que por lo pronto no se discrimina y tantas veces pone en tela de juicio las cosas, busca ser de esa manera cierta, y así, recobrar sus fuerzas. Pero es la opinión, fundada en pruebas medianamente constatadas, la que lidera una trasposición de criterios, por cuanto muchas veces nos alcanza para plantear la naturaleza de un problema. No obstante, si nos situamos en ese instante, más o menos largo, en que se funda la noticia, el contenido se vuelve casi borroso. Siempre que pueda traerá consigo, no solo la intención de un acto premeditado, sino también la religiosidad de un rato de sinceridad. Y la sinceridad se dice que todo lo puede. Pero ser sincero no implica decir la verdad, porque la verdad no siempre es cierta. Las cosas siguen su curso y nada se termina. En determinadas circunstancias, tomamos partido de las cosas y nos posicionamos frente a algo mientras ese algo pemanece en rotación ante la variante infinita de los cambios. Sin embargo, eso no quita que no haya algo que lo impida. No podemos evitar preguntarnos, por qué es tan importante darse cuenta de la realidad de las cosas? Porque solo así podemos tener una leve idea de qué esperar; y desde ese lugar, ideado para explayar la pregunta y ampliar los interrogantes, las posibilidades de convertir la respuesta se acrecientan. Al mismo tiempo, al encontrarnos en situaciones de mayor o menor interés, podemos elegir, lo cual nos da una importante ventaja. Cabe constatar que oscilar entre la verdad o la mentira, lo bueno y lo malo, no significa caminar sobre un borde afilado, sino saber identificar la situación usando un criterio de relación en conexión con el mundo. Existe la salvedad que nos hace pensar, porque si es falsamente inducido terminamos usándolo para rectificar el engaño, o salvaguardar la verdad de un modo equivocado. Ahora, salvo que nos interese lucrar con la existencia de los otros, y no en beneficio mancomunado, es cien por ciento preferible partir de una base compartida, y no de la que se saque partido en exclusividad pisoteando a los otros, sino siendo parte de lo Uno en el sistema para llegar a buen puerto y tener buen arribo.
Desde cierto lugar ideado para explayar la pregunta y ampliar los interrogantes, las posibilidades de convetir la respuesta se acrecientan