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El Arena Corinthians, sede del partido inaugural de la Copa del Mundo de Brasil-2014 el 12 de junio, acogía este domingo su primer encuentro oficial envuelto en la polémica: se encuentra aún en obras y no opera a plena capacidad a 25 días del Mundial.
El Corinthians, club dueño del estadio, y el Figueirense, último de la tabla, se enfrentan por la quinta jornada del Campeonato Brasileño a las 16H00 locales (19H00 GMT) en un estadio que aún presenta numerosas carencias.
La principal de ellas es la inoperatividad de las tribunas supletorias, que con capacidad para 20.000 espectadores entre ambas no recibieron la autorización del cuerpo de bomberos para ser utilizadas este domingo.
También hay dudas sobre el funcionamiento de la red de telefonía móvil y de la conexión 3G en el recinto, que hasta el momento no han funcionado de forma óptima.
Con este escenario, el club sacó a la venta algo menos de 40.000 entradas, que obviamente no consideran las zonas en obras.
Nada ha salido en Sao Paulo como la FIFA esperaba. El estadio fue elegido como sede del partido inaugural del Mundial en octubre de 2011 -cuatro meses después del inicio de las obras- y debía haber sido entregado a la FIFA el 31 de diciembre de 2013.
No obstante, el Itaquerao -como se conoce al escenario- será entregado el 21 de mayo y sin haberse realizado ningún evento test con el aforo de 68.000 espectadores que tendrá para la Copa del Mundo.
Tres trabajadores muertos por accidentes durante las obras, lo que se suma a innumerables retrasos, hicieron que su inauguración oficial se haya ido retrasando en múltiples ocasiones.
Para el 12 de junio también faltará la instalación de unos paneles de vidrio en parte del techo y el propio club reconoció que las obras continuarán tras el Mundial durante meses para que el Itaquerao alcance su forma final.
El estadio ha costado entre 920 y 950 millones de reales (aproximadamente entre 411 y 424 millones de dólares), lo que supone un aumento de entre un 14% y 18% del presupuesto inicial.
- Contrarreloj -
Tras la simbólica entrega de las llaves del estadio por parte de la constructora Odebrecht al Corinthians el 15 de abril, el club organizó tres eventos test que precedieron al de este domingo.
Ninguno superó los 17.000 espectadores que reunió el partido entre viejas glorias del Corinthians, celebrado el pasado sábado.
En su última visita al estadio el 22 de abril, el secretario general de la FIFA, Jerome Valcke, dijo visiblemente descontento tras inspeccionar el recinto, que el Arena Corinthians estaría listo "en el último minuto".
Una fecha que no se borrará de la historia de la construcción de la nueva casa del Corinthians es el 27 de noviembre de 2013. Ese día dos obreros murieron al caer sobre ellos una de las grúas que trabajaba en el estadio.
La noticia dio la vuelta al mundo y puso en cuestión no sólo la solvencia de Brasil para garantizar la seguridad de sus trabajadores, sino que dejó al descubierto el atraso de uno de los estadios más caros de los doce que acogerán partidos de la Copa del Mundo.
El 31 de marzo de 2014 perdió la vida un tercer obrero en el Itaquerao tras caer de una altura de ocho metros mientras trabajaba en una de las tribunas adicionales.
Recién dos semanas después se reanudaron las obras en estas áreas, paralizadas por una prohibición del Ministerio de Trabajo que exigió mayor seguridad para los obreros.
- 'Mea culpa' -
Sin embargo, estas desgracias no han sido el único motivo de la carrera a contrarreloj para acabar las obras, como reconoció el responsable de la construcción por parte del Corinthians, Andrés Sánchez, el 17 de abril en un programa de la televisión brasileña.
"Estamos teniendo (atrasos). Infelizmente fueron más (de los que se esperaba). No sólo por los accidentes que ocurrieron, sino principalmente por la constructora y por nosotros, que dejamos muchas cosas para última hora", dijo Sánchez.
El también expresidente del Corinthians añadió que si estuviera en el lugar de la FIFA se arrepentiría de haber elegido a Brasil como sede del Mundial.
Pero, pese a todos los atrasos y polémicas, este domingo es un día de fiesta para los aficionados del 'Timao'.
Después de casi 104 años de historia, el popular club de Sao Paulo consigue tener estadio propio y ajustado al tamaño de su afición que, según el propio club, es de 30 millones de hinchas en el mundo.
Mientras los jugadores de Mano Menezes hacen apuestas a ver quién será el afortunado que inscriba su nombre en la historia con el primer gol oficial de la historia del estadio, los directivos se felicitan por haber concretado un proyecto que llevaba décadas gestándose.
El Corinthians tuvo dos estadios propios en la primera mitad del siglo XX, pero debió mudarse y alquilar el municipal Pacaembú en 1940 debido al tamaño de su hinchada.