La república ex soviética de Azerbaiyán nunca antes había sido escenario de tiroteos en instituciones educativas como sucede a veces en países como EEUU. Pero ayer cambió la estadística. Un joven de 29 años entró en la Academia del Petróleo de Bakú, centro docente adscrito a la Universidad de la capital de Azerbaiyán, disparando a diestra y siniestra con una pistola ‘ Makárov’ de fabricación rusa.

Mató a 13 personas, hirió a 11 y, al verse acorralado por las fuerzas especiales de la Policía, se quitó él mismo la vida. Otras fuentes, sin embargo, aseguran que el tirador fue abatido y que el número real de fallecidos fue 17. Todo sucedió a primera hora de la mañana.

El asesino, nacionalizado en Georgia aunque de origen azerbaiyano y de nombre Ferdá Asad Ogli Gadírov, empleó su arma contra los estudiantes en el patio de la facultad y después penetró en el interior para continuar la matanza, que se extendió también a los profesores. Subió desde el primer al sexto piso abriendo fuego contra todo lo que se movía. Los primeros en caer fueron un encargado de seguridad y una mujer de la limpieza. Entre las víctimas hay también un catedrático, varios profesores y estudiantes, incluidos dos extranjeros, uno turco y otro sirio.

Al parecer, el pistolero tomó varios rehenes para intentar detener la operación policial lanzada contra él. Por el momento, se ignora la motivación del crimen. El asesino, nacionalizado en Georgia aunque de origen azerbaiyano y de nombre Ferdá Asad Ogli Gadírov, empleó su arma contra los estudiantes en el patio de la facultad y después penetró en el interior para continuar la matanza, que se extendió también a los profesores.

Entre las víctimas hay también un catedrático, varios profesores y estudiantes, incluidos dos extranjeros, uno turco y otro sirio

Gadírov había vuelto a su pueblo natal de Dashtep hacía un mes y, según los vecinos de la localidad, no se relacionaba con nadie. Uno de sus parientes asegura que el joven carecía de trabajo en la actualidad y había reñido con su padre. Pero no tenía antecedentes penales.

El pasado lunes, el comisario de policía del distrito moscovita de Tsarítsino, un tal Denís Evsiukov, entró por la noche en un supermercado y, sin motivo alguno, mató a tiros a tres personas e hirió a otras seis. El grave suceso le ha costado el puesto a la cúpula del Departamento de Policía de Moscú.

El presidente ruso, Dmitri Medvédev, destituyó directamente al máximo responsable de las fuerzas del orden moscovitas, el general Vladímir Pronin. La medida, pese a la gravedad del crimen perpetrado por Evsiukov, ha causado polémica en la capital rusa, cuyo alcalde, Yuri Luzhkov, ha llegado incluso a lamentar el cese.