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Por lo tanto, cada vez que reflexionamos o analizamos aquellas cosas que nos interesan, Dios lo sabe, y sabe con que intenciones lo hacemos, si para bien o para mal. - nada de lo que pensamos y hacemos escapa al conocimiento de Dios. - es para tenerlo muy en cuenta
¿ Que les parece ? - ¿ puede ser del agrado de Dios que le recemos 7 Padre nuestro a la velocidad de la luz ? - si lo analizamos tan solo superficialmente, nos daríamos cuenta que es tonto,
Todos sabemos y lo declaramos que, Dios ya sabe lo que vamos a decir, antes de que abramos nuestras bocas, - significa que conoce nuestros pensamientos y nuestras intenciones.
Por lo tanto, cada vez que reflexionamos o analizamos aquellas cosas que nos interesan, Dios lo sabe, y sabe con que intenciones lo hacemos, si para bien o para mal. - nada de lo que pensamos y hacemos escapa al conocimiento de Dios. - es para tenerlo muy en cuenta.
Llegamos a la conclusión de que todo lo que pensamos y reflexionamos, es una oración a Dios, de manera que nuestra hipocresía no pasa desapercibida para Dios.
La oración del Padre nuestro, debemos meditarla para saber que es lo que estamos diciendo, porque todo lo que decimos, puede ser usado en nuestra contra.
Veamos:
Mateo 6: 7 - 15
7
Y al orar, no charléis mucho, como los gentiles, que se figuran que por su palabrería van a ser escuchados.
Nuestra oración no debe ser interminable como tratando de convencer a Dios, sino hablar poco y con sinceridad, ya que Dios conoce nuestras intenciones.
8
No seáis como ellos, porque vuestro Padre sabe lo que necesitáis antes de pedírselo.
9
«Vosotros, pues, orad así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu Nombre;
Con estas palabras, reconocemos que Dios es Padre de todos nosotros, de buenos y malos, de blancos y negros, de pobres y ricos, - reconocemos también que hay un Cielo, el lugar donde todos iremos a vivir, y que esa es nuestra meta, no pretender crear un cielo en esta tierra que apenas es un granito de arena en el universo, -
Dios es amor, por lo tanto el nombre de Dios es amor, porque el amor es su identidad. Decir Padre nuestro, es también reconocer que todos somos hermanos de un mismo Padre, y para un padre ningún hijo es más que los otros, lo dijo Jesús.
10
Venga tu Reino; hágase tu Voluntad así en la tierra como en el cielo.
Venga tu Reino, significa pedir su Espíritu Santo, porque nadie puede ser hijo de Dios sin su Espíritu, sin el Espíritu, no podremos entrar al Reino de los Cielos.
11
Nuestro pan cotidiano dánosle hoy;
¿De que pan estamos hablando ? - el pan como todos sabemos es un alimento, el pan de trigo es alimento del cuerpo, y el pan de la palabra de Dios, es el alimento que da vida eterna y en abundancia, y debemos pedirlo cada día, porque cada día es una lucha que tenemos que librar hasta llegar a la meta.
12
Y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros hemos perdonado a nuestros deudores;
Las deudas pueden ser diversas, y tanto debemos como tanto nos deben, así que perdonarnos mutuamente, es de sabios e inteligentes, y el que no perdona, no puede ser perdonado, hasta que comprenda que perdonar es muy conveniente.
13
Y no nos dejes caer en tentación, mas líbranos del mal.
También nosotros debemos evitar las tentaciones, - si nos dejamos tentar queda anulada nuestra petición,
14
«Que si vosotros perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial;
15
pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras ofensas.
Lo cual quiere decir que, todos sin excepción ofendemos, y con respecto al perdón, - es el ofendido el que tiene que perdonar, y el ofensor el que tiene que pedir.
Quiero destacar que Dios establece claramente que no va ha perdonar a quienes no perdonen, - así que, si la persona cometió un pecado contra alguien, debe pedir perdón a ese alguien, ya que si no lo hace ni el mismo Dios le perdonará, menos podría hacerlo un sacerdote.
Quiero también destacar que la confesión puede ser un arma mortal, ya que muchas personas pueden utilizarlas para seguir pecando, sería como obtener un crédito para el pecado, que luego de confesarlos, podemos seguir pecando de manera interminable.