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Proceso infeccioso. Otitis externa y en sus cuatro formas. Otitis media. Complicaciones. Diagnóstico. Tratamiento. Antibióticos
LA OTITIS Y LAS DISTINTAS COMPLICACIONES QUE SE RESUELVEN CON TRATAMIENTO
Es un proceso infeccioso en el conducto auditivo, generalmente agudo, aunque puede llegar a ser crónico. Su localización suele ser el oído medio o el externo.
Otitis externa
Es la infección que se presenta en piel y tejidos blandos del conducto auditivo externo que linda con el pabellón auricular.
Clasificación
Existen cuatro formas clínicas:
Aguda localizada
El proceso se inicia con una celulitis que luego se transforma en forúnculo. El dolor suele comprometer todo el pabellón auricular.Se aplican antibióticos por vía oral acompañados de analgésicos. Pueden utilizarse:
Externa aguda difusa
Se localiza en el pabellón auricular con reacción inflamatoria, picor y dolor intenso.Se aplican los mismos antibióticos que para la aguda localizada; sin embargo, en casos graves se recomienda emplear la cefazolina.
Externa crónica
Es la complicación de una otitis media supurativa. Se trata con antibióticos semejantes a los que se usan para la otitis media.
Externa maligna (necrotizante)
La forma más grave de las otitis externas. Es una infección necrotizante con diseminación rápida a tejidos blandos vecinos, incluyendo cartílago y hueso.
El paciente refiere dolor intenso, se observa secreción seropurulenta que drena del conducto auditivo, e inflamación del pabellón auricular y de los sitios afectados. En un alto porcentaje se detecta parálisis facial, lo que constituye un signo de mal pronóstico.
Es más frecuente en ancianos, diabéticos e inmunosuprimidos y en ocasiones se complica con infección del hueso mastoides y del tejido óseo, meningitis (inflamación e irritación de las membranas que cubren el cerebro y la médula espinal) y absceso cerebral (infección).
Se recomienda el empleo de un aminoglucósido (gentamicina) asociado a un beta-lactámico y ceftazidina o cefoperazona. La ciprofloxacina es una buena alternativa.
El tratamiento debe prolongarse como mínimo cuatro semanas y se debe valorar posteriormente, mediante TAC cerebral, si el caso lo amerita.
Otitis media
Es una infección aguda del oído medio cuya principal característica es la presencia de secreciones seropurulentas; es más frecuente en niños que en adultos.
Los menores de siete años en un 80% han tenido por lo menos un episodio de otitis media en la vida; un 50% ha tenido dos o más episodios. La incidencia es mayor en los primeros años, decreciendo después de los siete años.
Se enferma la mucosa del oído medio que se extiende desde la trompa de Eustaquio hasta las celdillas mastoideas. Los espacios del oído medio forman un conjunto de sistemas huecos (es un sistema neumático) que se ventilan a través de la trompa de Eustaquio.
El mecanismo desencadenante es la obstrucción de la trompa. Normalmente el aire sale y entra en el oído medio con la respiración, aumentando el flujo con el llanto, la tos y el estornudo.
Cualquier bacteria o virus presentes en el aire faríngeo puede ser transmitido hasta el oído medio.
La disminución del fluido de la sangre, favorece la replicación bacteriana. Cualquier organismo, localizado en el oído medio obstruido, puede multiplicarse e incrementar la inflamación y congestión.
Existe controversia sobre la causa de la otitis media aguda, pero en general se acepta la teoría que sostiene que son las infecciones virales las que desencadenan el edema de la mucosa o la hipertrofia adenoidal, facilitando el crecimiento bacteriano de los gérmenes atrapados en el oído medio.
Complicaciones
Muchas de las otitis medias, no tratadas, se curan espontáneamente si no hay supuración. Sin embargo, si ésta aparece puede ser la causante de diversas complicaciones:
El paciente refiere disminución de la audición en el oido afectado, con sensación de tenerlo "tapado". Al evolucionar la infección aparecen la otalgia (dolor de oído), el vértigo, las náuseas y la fiebre.
Diagnóstico
Al principio de la enfermedad el tímpano suele estar retraído, con alteración del reflejo a la luz. A medida que la supuración se acumula en el oído medio, el tímpano se abomba, pudiendo perforarse y pemitir el paso de la secreción purulenta.
Tratamiento
La acción inmediata es el alivio del dolor y la mediata el manejo de la infección. Para ello se utiliza el ibuprofeno, que no sólo es analgésico, sino también desinflamatorio, o el acetaminofen junto con un antibiótico bactericida y un descongestionante nasal.
Antibióticos
La amoxicilina es la droga más utilizada en las dos últimas décadas por su amplio aspectro, su respuesta rápida y sus débiles efectos colaterales.
Amoxicilin/clavulanato: Es efectiva por cuanto previene la multiplicación de los organismos inhibidores bacterianos.
Cefalosporinas: Tiene una potente acción bactericida.
Macrólidos: Eficaz en el tratamiento de la otitis media.
La azitromicina es un nuevo antibiótico de administración oral que ha demostrado un mayor cubrimiento de patógenos.
Ciprofloxacina: Amplio bactericida indicado en la otitis media resistente a otros antibióticos. Debe administrarse con cautela en pacientes ancianos por la posibilidad de causar mareos.
Trimetropim-sulfametoxazol: Es una buena alternativa para el 90% de las infecciones.
Fuente:Hernando Harker, MD Otorrinolaringólogo, Fundación Santa Fe de Bogotá, Colombia