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¿Padres imperfectos?

20/09/2019 21:52 0 Comentarios Lectura: ( palabras)

En estos tiempos es habitual ser padres o madres invadidos por la frustración por situaciones cotidianas con sus hijos

Cuantas ocasiones vivimos a veces el sentir sentir que no podemos controlar algunas situaciones con nuestros hijos en donde parece que nada de lo que hagamos no da resultados. Puede ser que hasta nos siéntamos muchas veces

malos padres ("imperfectos"). No sabemos como actuar, no comprendemos sus comportamientos, ellos parecen no entendernos más allá de cualquier explicación que les demos, no quieren escucharnos (y sinseramente hacen que nosotros algunas veces que no quiéramos escucharlos también ), hasta puede llegar un momento en donde sientan vergüenza de nosotros, y no tengamos en cuenta el sin fin de conflictos familiares que pueden surgir, los cuales nos pone en situación de resolver todo junto.Otras veces encontramos una forma o comportamiento o cambio de actitud que nos esté dando resultados pero luego de un lapso, corto o largo, aparece otro conflicto y nuevamente sentimos que hay que empezar de cero. Muchos de nosotros nos hemos encargado de investigar acerca de los comportamientos de nuestros hijos según su etapa, como también consultar con algún psicólogo. Consejos en revistas o en programas televisivos, sobre los límites, consejos de sus maestros o profesores, etc. Es cierto que en algunos casos se encuentran soluciones o prácticas que ayudan a amainar los comportamientos, los cuales a veces son violentos, y casos en donde llevarlos a terapia se consiguen cambios progresivos. Pero como todos los niños / niñas no son iguales así como nosotros los padres no somos iguales, ni la situación familiar, social y económica, y resulta difícil mejorar y menos aún resolverlas.

Dicho esto, quien se siente identificado con lo expresado es justo decir que si nos preocupan nuestros hijos, ya no somos malos padres, ni imperfectos. Somos padres, desde mi punto de vista, ''padres en aprendizaje". Aprendizaje del que nunca vamos a salir ya que siempre querremos lo mejor para ellos, hasta cuando ya sean adultos inclusive. Entender esto, igualmente, produce que tanto ellos como nosotros suframos. No hay fórmulas mágicas para resolver esto. Y habiendo probado varios métodos, ya que también soy madre, hace poco tiempo decidí buscar más apoyo, ya que he sentido igual que ustedes que esto "nunca terminaría". Deberia comenzar a reconstruir una nueva relación con ellos, una nueva relación familiar y gracias a una amiga, conseguí algunas propuestas que quiero compartirlas. Algunas parecidas a muchos consejos tal vez recibidos en algún momento, pero vale la pena recordarlos por si los dejamos de tener en cuenta. Diré además, que algunos ya empecé a probarlos de los cuales comentaré mi experiencia.

- No intervenir cuando pelean, a menos que se dañen (esto es lo primero que puse en marcha, me costó bastante no involucrarme pero observé como ellos mismos resolvían sus diferencias, no me gusta demasiado el resultado pero ellos lo hicieron con sus propios códigos. Mi percepción de varias situaciones como estas me hicieron pensar que la misma pelea o discusión era una suerte de catarsis ( luego de terminada quedaban más tranquilos).

- No sobreprotegerlos, enseñarles a que sean autosuficientes (es una tarea que en mi caso va lentamente, la forma que encontré es que cuando me piden algo que ellos mismos pueden hacer les digo que estoy ocupada haciendo algo y en algunos casos les explico como deben hacerlo, por supuesto que en ocasiones debo salir en auxilio para que no hagan las cosas mal, pero muy lentamente ya no me piden que haga tanto por ellos). -Clima más lúdico en el hogar, que no perciban problemas todo el tiempo (también empecé a mostrarme más alegre y percibí que se sentían más tranquilos).

- Evitar una situación violenta con ellos o familiar, ni siquiera verbal (en mi casa vivo sola con mis hijos así que esas situaciones se encuentran referidas solo a ellos, pero mientras mi marido estaba (hoy se encuentra en un lugar de luz), tuvimos problemas y hoy entendiendo que no solo les afectaba en ese momento sino que estaría en su conciencia por mucho tiempo. Así que mejor también resolver nuestra situación personal del mejor modo posible, porque si lo hacemos se convierte en una gran ayuda para nuestros hijos).

- No trasladarles nuestros problemas ni debilidades (tarea en muchos casos muy difícil pero por ellos vale la pena el intento).

- Intentar que se expresen de otro modo, no por los códigos o palabras que usan, sino para que comiencen a indicar sus sentimientos, sus emociones con otros términos. Una forma que puede ayudar es pedirles que expliquen de otro modo (en mi caso les cuento que soy de otra generación y que por eso no los entiendo bien), se supone que al tener que buscar explicar de otro modo, con otros términos, nos demos cuenta de sus necesidades inmediatas y poder obrar en consecuencia. También incorporar "el por qué?", no solo nos da más datos sino que al re-preguntarles puede surgir alguna emoción que les este haciendo sentir mal.

-Enseñarles a ser persuasivos, que no quieran forzar una situación, un pedido por ejemplo. Deberán darnos mayores explicaciones sobre lo que nos piden o quieren hacer, explicaciones razonables. A su vez empezarán a tener que pensar maneras diferentes para persuadirnos de algo y eso también les servirá para su vida diaria, ya que sin saberlo, será una práctica para cuando se encuentren en situaciones fuera de sus casas y empezarán a comprender que no conseguirán todo lo que quieren, que tendrán que comunicar lo que pretenden a través de lo razonable, de la persuasión, no queriendo forzar.

-Superarse a sí mismos, para que esto funcione deberemos entregarles una tarea en donde tendrán que esforzarse para realizarla, no tiene que ser algo difícil pero que salga de lo cotidiano o sobre algo que les guste pero que deban hacer más, investigar más, por ejemplo. Esto es una práctica que los ayudará a ganar en independencia. Importantísimo para su futuro.

- Actividades motrices como un deporte ( seguro ya está en práctica en muchas familias), no solo les hace bien a su cuerpo sino que si es una actividad con más niños no solo tendrán el desafío de ser mas sociables sino ampliar su medio inmediato con otros que tal vez tengan diferentes inquietudes y conocimientos.

-Explicarles las cosas de manera convincente, con claros argumentos de por qué pueden tener algunas cosas y otras no. Ayuda bastante en este caso utilizar parte de su propio vocabulario, será más fácil para su comprensión ya que algunas veces puede resultarles muy duro saber que no pueden tener algo que anhelan mucho.

- Llevarlos lo más seguido posible al campo (si es que viven en una ciudad) ya que es importante el contacto con la naturaleza y suelen experimentar sentimientos diferentes y ampliar sus inquietudes.

- También el desarrollo de sus emociones a través de la historia, teatro o música.

- Que compitan con ellos mismos, no con otros. Que se pongan sus propias metas ( no las nuestras). Demás esta decir que sirve tanto para ellos como para un adulto. Superarse a uno mismo da un sentimiento de satisfacción que seguro quiere repetirse.

- Dejar de hablarles cuando se comportan mal, cuando no hay explicación que les demos para que cambien de actitud. Ellos verán que la indiferencia no es buena y que no podrán manipularnos en un futuro. Por supuesto no estamos hablando de algo permanente, solo el tiempo que consideremos apropiado para cada situación.

Hasta aquí los consejos que me han aportado, tal vez no sean muchos y como antes dije, algunos conocidos. Pero tenerlos presentes y llevarlos a la práctica diaria es una tarea difícil y debe ser constante, pero vale la pena intentarlo. Deberemos estar preparados en poner nuestra mayor atención sobre ellos como así también en muchos casos apelar a nuestra imaginación.

Como dijo un gran filósofo años atrás sobre nuestros hijos: "Que desarrollen el cuerpo de un atleta, el oído de poeta y el cerebro de una computadora".


Sobre esta noticia

Autor:
Fabiana Quinteros (2 noticias)
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Tipo:
Opinión
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