De un tiempo a esta parte Netflix se ha comprometido a suministrar a sus suscriptores un amplio contenido navideño según se va a acercando diciembre. Cabe enmarcar en esta tendencia grandes fenómenos como la saga Un príncipe de Navidad (aparentemente concluida para nuestra desazón) o Cambio de princesa con Vanessa Hudgens (que este año estrenó secuela), así como grandes producciones como Crónicas de Navidad . A cada año la plataforma va ampliando la oferta, y a finales de este 2021 veremos cómo, por fin, una producción española forma parte de esta cosecha. Su título es A mil kilómetros de la Navidad , y empezó a rodarse en Madrid el pasado 22 de diciembre.

A mil kilómetros de la Navidad está protagonizada por Tamar Novas (uno de los protagonistas del reciente éxito de Netflix El desorden que dejas ) y dirigida por Álvaro Fernández Armero, responsable de la comedia Si yo fuera rico y varias series de televisión. Sus guionistas son Francisco Arnal ( Allí abajo ) y Daniel Monedero ( Perdiendo el este ), y la idea es que pronto la producción se desplace a Aragón y Cataluña (en concreto a los pueblos de Benasque y Arties, en Huesca y Lleida respectivamente), de forma que la película esté lista para su estreno en las Navidades de 2021.

Kiko Martínez es el productor, y habla de clásicos como ¡Qué bello es vivir!, Love Actually o La gran familia en calidad de referentes a los que A mil kilómetros de la Navidad quiere acercarse. "El cine es un reflejo de la sociedad y nos llamaba la atención que no hubiera una película navideña dentro del panorama español. Contar esta historia en un lugar idílico de los Pirineos, como si de un cuento se tratara, es todo un reto", contaba. Fernández Armero, por su parte, asegura que el film reunirá "todos los elementos del género", desde la nieve a los jerseys de renos, sin eludir una mirada irónica sobre las festividades, a partir del protagonista que interpreta Novas.

En A mil kilómetros de la Navidad Novas interpreta a un treintañero que odia estas fiestas debido a que muchas desgracias de su vida las tuvieron como escenario. Odia los villancicos, los Reyes Magos, todo lo que huela a espíritu navideño. Un año, su jefe le encarga acudir a una fábrica de turrones en Valverde para hacer una auditoría, y Raúl se ve obligado a compartir alojamiento con Paula: la profesora del pueblo, que sueña con construir el belén más grande del mundo.