El Hombre de Acero: La humanidad de un Heroe

SUPERMAN es el personaje más popular de DC COMICS creado en 1938 por Jerry Siegel y Joe Shuster que ha creado todo un mito e inspiración para generaciones y generaciones que sueñan con ponerse una capa, en volar, tener fuerza descomunal y convertirse en héroes.

Han sido muchas las adaptaciones cinematográficas que han hecho sobre este emblemático héroe, pero es hasta 1978 con el filme de Richar Donner que el personaje se vuelve un icono en varias aristas; un ejemplo claro es como los propios artistas de la empresa de comics han modificado al personaje para que tenga un profundo parecido a Christopher Reeve quien interpretara a Superman en esta versión.

Con el paso de los años, han sido los intentos por regresar al héroe a la pantalla grande sin embargo, han corrido con mejor suerte las series televisivas que los filmes. Ahora en manos del director Zack Snyder y apoyado en el libreto de David S. Goyer y Christopher Nolan quien también se hace cargo de la producción aparece este nuevo filme que propone un enfoque y tratamiento diferente a éste célebre héroe.

Synder comienza su narración en el planeta Krypthon una sociedad algo parecida a la griega que está pasando por su ocaso tanto político como físico, ya que en poco, el planeta será destruido por la naturaleza sin remedio alguno. Los actos de valentía no se hacen esperar, pues Jor-El ha descubierto que el planeta se colapsará y la única forma de hacer prevalecer a su especie es enviando a su hijo Kal-El fuera del planeta. Jor-El convence a su esposa Lara de interceder en el consejo para poder ejecutar su plan.

Sin Embargo, el general Zod, planea un golpe de estado, intentando desaparecer al consejo del planeta y tratando de aniquilar a Jor-El para evitar su plan pero Jor El-Logra escapar y con ayuda de su esposa envían a Kal-El a un nuevo destino, el planeta tierra.

Ahora Kal-El convertido en adulto, tendrá que entender su nuevo entorno, entender su papel en el mundo, descubrir su pasado y así cumplir su destino pero tal vez el costo sea algo que nadie ha imaginado.

Es indudable que en el proyecto se refleje la experiencia del tirunbirato que manufactura la cinta, por un lado el impecable trabajo de Synder que logra plasmar impecablemente las ideas gráficas en pantalla transportando al espectador a ese universo del comic dándole dimensión y dramatismo como fue en el caso de 300. Por otro lado, la mancuerna de Goyer y Nolan quienes fueron los encargados de hacer la reciente trilogía de Batman integrando un contexto social y profundidad que la saga requería.

Synder, Nolan y Goyer reinventan los elementos conocidos de esta historia dándole un enfoque distinto; planteando a un Superman que se entiende, en cierta medida, diferente de la gente que lo rodea, intentando integrarse y comprender su lugar pero también. tratando de comprender que lo hace ser parte de los humanos.

Al mismo tiempo, plantea la tesis sobre ¿Qué define a un héroe? ¿Es necesario poseer poderes para hacer actos heroicos? ¿Qué somos capaces de hacer por defender los valores e ideales?

Synder hace de la cinta un espectáculo visualmente poderoso pero también nos presenta un filme bastante introspectivo plasmando a un superheroe que duda, tiene miedos, posee frustraciones, contiene sus instintos, se equivoca, sufre y se enamora, es decir, muestra su lado vulnerable y ‘humano’ detrás de la aparente de fuerza que posee.

También ofrece a los seguidores muchos guiños de pasajes conocidos en el universo del héroe haciendo homenaje a los comics e integrando un elenco de primera teniendo en el reparto a Russell Crowe como el legendario Jor-El, Kevin Costner y Diane Lane, como los entrañables Martha y Jhonatan Kent y Amy Adams que con su carisma llena la pantalla, gozando su interpretación totalmente como la célebre periodista Louis Lane.

Herry Cavill se apropia del personaje mostrando a un ser que es rechazado, oprimido por ser diferente, tratando de encajar con su entorno, ocultando lo que realmente es y capaz de romper reglas pero por otro lado a éste hombre de acero: fuerte, decidido, correcto y arrojado.

EL HOMBRE DE ACERO nos trasporta a ese recuerdo de la primera vez que nos pusimos un toalla, a esa primera vez que tomamos un cómic y pensamos que podíamos ser superhéroes, a esa primera vez que soñamos con tener fuerza descomunal, a esa primera vez que pensamos que todo puede ser posible, a esa primera vez que pensamos que un hombre puede volar.

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