" Si tienes la lengua larga, tienes que tener el lomo duro"

Hoy la derecha venía al parlamento a montar el pollo.

Habían trabajado toda la semana para que este pleno fuese el de la humillación del gobierno para escarnio de su presidente.

Vox y PP se conjuraron en particular aquelarre para crear el ambiente propicio para el descalabro.

No escatimaron esfuerzos para sembrar en los medios de comunicación y en las redes sociales bulos, patrañas y declaraciones incendiarias. Desde caceroladas hasta protestas virtuales. Un millón y medio de boots, cual ejercito sin cabeza, inundaban las redes sociales con mensajes idénticos,

Leña al PSOE, al Presidente del Gobierno, a los ministros y hasta a las madres que los parió.

Programas de televisión como el de Ana Rosa o Espejo Público, se unían a esta persecución contra el gobierno aunando esfuerzos a favor de la causa.

Rigor informativo en Prime Time?, ahora lo que toca es divulgar bulos y dar leña.

La prensa, esa prensa de derechas de toda la vida, la de los vividores de las mamandurrias y de los que están enfundados en el falso patriotismo, sacaron toda la artillería contra el desprestigio y la nulidad del gobierno.

Todo estaba preparado para doblegar al gobierno, ya si eso otro día acabamos con el virus, pero hoy era el día de la ira, de la confrontación y el de la chanza.

Pero llegó Adriana Lastra, sin levantar la voz se apresuró a advertir a la bancada de la oposición:

" Si tienes la lengua larga, tienes que tener el lomo duro"

Entonces y de repente, la oposición se cayó del caballo. Parecía que el día triunfal que con tanto esmero habían preparado se venía abajo.

Siguió Lastra, con un exquisito parlamento, recitó las fechorías de la oposición con argumentos y datos.

Y entonces llegó el presidente del gobierno para sumir en la desdicha a la sorprendida oposición.

Hoy hemos visto al mejor Sánchez, a ese resistente que contra viento y marea siempre ha salido airoso de cualquier envite.

Llegó, vio y venció, a una oposición gris y descolocada. Fustigó la mentira y la soberbia de la oposición lacerándolos en su orgullo más profundo, y ante la realidad de su reflejo.