La pregunta que formula el título de este artículo se responda realmente rápido: si, es perfectamente posible la apertura de cuentas bancarias en el extranjero, aunque obviamente existen algunos matices detrás de esta afirmación tan rotunda.

En primer lugar resulta de carácter obligatorio la notificación de la apertura de esas cuentas en el extranjero al Banco de España. Esta notificación se realiza bajo un formulario denominado modelo DD1 ( declaración de apertura o cancelación en el extranjero) que, una vez comenzada la operativa de dichas cuentas, puede ser también acompañado por la solicitud de otro formulario en este caso el modelo DD2 ( movimiento de cuentas operativas en el extranjero). En ambos casos existe un período determinado de tiempo para realizar la comunicación (no superior a un mes) también se puede solicitar la acreditación de bienes y patrimonio en el extranjero.

Dicho lo anterior, obviamente, dependeremos también tanto del país como de la entidad financiera elegida para la apertura de la cuenta. No va a ser desde luego lo mismo tratar de abrir una cuenta remunerada en un país como Alemania, donde puede resultar relativamente sencillo dependiendo de las entidades, que hacerlo en el Reino Unido donde vamos a encontrar una dificultad máxima y un nivel de exigencia previa la contratación realmente complejo para su cumplimentación.

En general en los países euro vamos a encontrar un buen número de entidades que ofrecen este tipo de productos financieros tanto a residentes como no residentes, los niveles de exigencia previa la contratación de una van a variar mucho comunicábamos anteriormente dependiendo tanto del país como de la entidad, y pueden ir desde un simple proceso de identificación y declaración de ingresos para productos básicos hasta un complejo proceso incluyendo contacto personal comercial, declaración de motivación para la contratación y revisión de historial crediticio y estado de morosidad.

En este punto debemos distinguir las entidades financieras extranjeras que ya operan en nuestro país a través de sus diferentes delegaciones, y en las que, en teoría, resulta más sencillo abrir una cuenta en sus países de origen.

Por supuesto la operativa a través de Internet simplifica mucho los pasos, sin embargo, debemos recordar que cuando tratamos de abrir una cuenta en una entidad en su país de origen, con muchas probabilidades las plataformas online puente a estas contrataciones se encontraran en su totalidad en el idioma local, y, debemos recordar también, que el hecho de la operativa a través de la red no significa la simplificación de los niveles de exigencia.

Pues lógicamente va a depender mucho tanto de lo que se desea como de lo que se posee. Es cierto que en determinados países y ofertas bancarias podemos encontrar productos atractivos más competitivos que la media en nuestro país, pero, no es menos cierto que a mayor nivel de atracción del producto suele presentarse un nivel de exigencia en las cantidades a aportar muy alto, además de una presencia de comisiones elevadas, algo muy presente en los llamados paraísos fiscales. que desde luego para las rentas más bajas convierten estos productos en no accesibles y poco atractivos.

Por tanto, desde el punto de vista de los grandes patrimonios puede tratarse de una opción de diversificación (recuerde estamos hablando de maniobras legales) interesante que para los patrimonios medios o bajos, desde la perspectiva de la rentabilidad, no resulta del mismo modo.