Los dos pastores alemanes propiedad del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, han regresado a la Casa Blanca semanas después de ser trasladados a la anterior residencia de Biden en Delaware, a causa de que uno de ellos, Major, mordió a un trabajador.

El ataque, que Biden justificó después asegurando que daba fe del carácter protector del perro, fue leve y no llegó a rasgar la piel del empleado, a pesar de lo cual ambos canes, Major y Champ fueron enviados a reeducación.

Los dos animales han estado en un centro de adiestramiento y comportamiento canino, donde han trabajado durante dos semanas con ellos para que los comportamientos agresivos no vuelvan a ocurrir.

Así describía el propio Biden a sus perros en una entrevista a People: "Champ es viejo, tiene 14 años y fue muy bien entrenado por el Cuerpo Canino y cree que es del Servicio Secreto, pero Major es un perro grande y joven, tiene alrededor de un año y medio y la única regla que le ha puesto Jill y que sigue es 'no te subas a los muebles'".

Mayor es apenas un cachorro a pesar de su tamaño, por lo que es más activo y juguetón, mientras que Champ es más mayor, se comporta de una forma tranquila.