¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Charlypol escriba una noticia?
Al delincuente le dicen "pimienta", y fue el marcador del caso Carolina, la mujer embarazada que fue baleada por robarle y por cuya herida muere su bebe, el precio que cobró por esa entrega fue de mil pesos
Mil pesos, cómo aquellas treinta monedas de plata, fue el dinero pagado por una entrega, según la declaración de "pimienta" el delincuente entregador, mil pesos vale ese vil trabajo y más vil aún, sabiendo que estaba entregando al matadero a una pobre mujer embarazada, que de tan pesada apenas si podría caminar.
Al delincuente no le importó, pensando en el miserable dinero que le darían por esa entrega, apenas si tuvo en cuenta que la mujer estaba en los últimos meses del embarazo. El hombre la miró bien sin perder ni un detalle, sabía que no podía fallar, pues sus secuaces estaban afuera cómo hienas al acecho y no estaba dispuestos a perdonar un error.
Su vil labor era marcar, cómo quien marca a un animal destinado al matadero, seguramente habría sentido su aroma a perfume de madre dispuesta a dar a luz, caminó tras ella sin perder el mínimo detalle, tenía que quedar bien claro cual era la persona que llevaba el dinero para que no haya errores.
¿Cómo habrá hecho para entregar a esa mujer, sabía bien, aunque lo niega, con que clase de individuos estaba tratando, sabía que la mujer iría a ser violentada y por que no; asesinada.
Mil pesos, tan solo por una muerte, tan solo por una entrega, mil pesos por poner la marca de una muerte, mil miserables pesos que hoy será el valor de una celda miserable.