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Hablar de sexualidad y de relaciones sexuales, es hablar de aspectos muy personales, ya que cada persona tiene sus gustos y necesidades.
Es por eso que no se puede hablar de normalidad o de "lo que debe de ser".
La relación sexual puede ser usada como:
• Un instrumento de poder, para controlar
• una forma de manipular o castigar
• desquitarnos o vengarnos por el resentimiento que venimos arrastrando
• un medio para relajarnos
• una manera de comunicarnos
• una actividad que nos da placer.
Cuando la relación es utilizada por cualquiera de los primeros tres aspectos, causa insatisfacción, por lo menos en uno de los miembros de la pareja y se va a generar conflictos en la relación de pareja.
La relación sexual y el estrés pueden influirse mutuamente en dos aspectos: El estrés puede afectar a la relación o ésta puede ser la causa de la disminución o aumento del estrés.
En este sentido, cuando tenemos problemas sexuales, es importante detectar si éstos están reflejando conflictos e insatisfacción con la pareja o en otros aspectos nuestra vida o si la dificultad es la relación misma.
Sin embargo, cuando estamos insatisfechos con nuestra vida sexual, no sólo estamos dejando de disfrutar, sino que dicha insatisfacción puede manifestarse en nuestro carácter o estado de ánimo.
A continuación te presentamos un cuestionario, en el que no hay respuestas correctas o incorrectas.
Las preguntas te pueden servir, simplemente, como una orientación en caso de que lo necesites.
Lee las siguientes afirmaciones y contesta SÏ o NO en cada una de ellas y envíanosla por correo privado y te responderemos de la misma manera:
Ej.:
1.-si
2.-si
3.-no
PREGUNTAS DEL TEST
1. ¿Puedes iniciar, con facilidad, una relación sexual con tu pareja?
2. ¿Te gustan las caricias y juegos anticipatorios?
3. ¿Llegas al orgasmo, o la eyaculación la mayor parte de las veces?
4. ¿Te das tiempo para disfrutar de tus relaciones sexuales?
5. ¿Cuándo tienes relaciones sexuales, puedes concentrarte plenamente en lo que sientes?
6. ¿Cuándo estás insatisfecho o tienes algún problema relacionado con el sexo, lo hablas abiertamente con tu pareja?
7. ¿Si tu pareja quiere hacer algo que tú no quieres, se lo dices abiertamente?
8. ¿Le pides a tu pareja, con claridad, lo que quieres que haga?
9. ¿Las relaciones sexuales son una parte importante en tu vida?
10. ¿Consideras que tu vida sexual es buena?
11. ¿Sabes lo que le gusta a tu pareja y lo haces?
12. ¿Tienes relaciones con la frecuencia que deseas?
13. ¿Consideras que tu pareja está satisfecha con la relación?
14. ¿Con frecuencia tienes relaciones, sin realmente desearlas?
15. ¿Se queja tu pareja de la frecuencia con que tienen relaciones?
16. ¿Alguna de tus características físicas te avergüenza o te hace sentir mal, cuando tienes relaciones?
17. ¿Tu pareja se queja de la relación o muestra desagrado?
18. ¿Sientes que tu pareja exige o espera demasiado de ti, en el aspecto sexual?
19. ¿Consideras que tu vida sexual es monótona?
20. ¿Crees que tu pareja es brusca, agresiva o demasiado fría?
21. ¿Piensas que tu pareja es demasiado pasiva?
22. ¿Te gustaría que tu vida sexual fuera diferente?
23. ¿Crees que si mejorara tu vida sexual, mejoraría la relación con tu pareja?
Algunas causas de las disfunciones.
Entre los elementos que pueden estar provocando una disfunción sexual encontramos:
• Un estilo de vida estresante. Con frecuencia, cuando se trata de esto último, estamos tan acostumbrados a vivir estresados, que ya no nos damos cuenta del nivel de estrés que tenemos.
• Culpa, provocada por creencias erróneas, sobre todo en un grupo o sociedad cerrada.
• Vergüenza, al exponerse y mostrarse o por las posiciones y conducta de uno o ambos participantes.
• Ver la relación como una falta de amor, cuando esto es lo que busca uno de los participantes.
• Problemas propios de la relación sexual, por dolor o insatisfacción.
• Problemas personales, familiares, etc.
• Sentir que es una obligación.
• Una autoestima baja que nos juzgue, calificándonos como incapaces e inseguros.
• Miedo a ser lastimados física y emocionalmente.
• Temor a ser contagiados de alguna enfermedad.
• Presión por expectativas muy altas, respecto a la desempeño y a los resultados.
• Miedo al embarazo, sobre todo en las mujeres.
• Cansancio.
• Algunas enfermedades y medicamentos.
Es importante detectar la raíz, porque sólo así se puede encontrar la mejor solución.
En ocasiones es importante conocer nuestro cuerpo y reconocer sus sensaciones, ya que esto puede ayudarnos a detectar el problema. Una excelente manera de hacerlo es practicando una serie de juegos y caricias, sin que necesariamente tengamos que llegar al coito, o la erección para tomar conciencia de nuestras sensaciones.
Las caricias, tomarse de la mano, masajes, abrazos, etc., sin que nos lleven a tener una relación sexual, pueden ser una forma de disminuir el estrés, siempre y cuando tengamos claro que son un fin en sí mismo.
Puedes crear un ambiente agradable y/o erótico que te ayude. No te compares, ni caigas en competencia, abierta o encubierta, con otras personas.
Habla con tu pareja, sobre qué tipo de satisfacción desean, si únicamente corporal o también afectiva. Lo que deseen está bien, siempre y cuando ambos deseen lo mismo.Pide lo que deseas y trata de complacer a tu pareja en lo que él-ella desea.
Analiza que emociones o pensamientos pueden estar interfiriendo y cámbialos por otros más adecuados. Habla con tu pareja de lo que está sucediendo y si es necesario busquen la ayuda de un profesional.