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El presidente ruso, Vladimir Putin, recibirá este miércoles de mañana al presidente en ejercicio de la OSCE, el suizo Didier Burkhalter, quien llamó a un alto al fuego en el este de Ucrania para permitir que se realicen las elecciones hacia fines de mes.
La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa hizo el martes un llamado en este sentido, mientras Ucrania, donde la celebración de las elecciones presidenciales del 25 de mayo parece cada vez más difícil, pide ayuda a la comunidad.
"Necesitamos un alto el fuego para las elecciones", declaró Burkhalter en Viena, donde se habían congregado el martes unos treinta cancilleres, entre ellos el ruso Serguei Lavrov y el ucraniano Andrei Deshitsia, con motivo de una reunión del Consejo de Europa.
El jefe de la diplomacia ucraniana aprovechó esa reunión para lanzar en Viena un pedido de ayuda a la comunidad internacional para la organización "libre y democrática" de esa elección presidencial, cuya celebración está amenazada por la violencia, ques se cobra cada día nuevas vidas.
Deshitsia aprovechó también la reunión en Viena para acusar nuevamente a Rusia de "provocaciones".
"Hemos pedido a todos los socios el envío de observadores internacionales a Ucrania para vigilar las elecciones" y "de hacer todo lo posible para eliminar las amenazas y las provocaciones exteriores apoyadas por Rusia en Ucrania", declaró.
Asimismo, el canciller ucraniano se mostró favorable a la celebración de una nueva reunión de Ginebra, siempre y cuando "Rusia apoye esta elección, elimine su amenaza y ponga fin a su apoyo a los grupos extremistas en Ucrania".
Además, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, denunció la organización de un referéndum anunciado para el 11 de mayo por separatistas prorrusos en el este del país.
"No vamos a quedarnos con los brazos cruzados mientras elementos rusos atizan las llamas de la inestabilidad", dijo Kerry, denominando esta consulta de "simulacro de referéndum" en Donetsk y Lugansk. "Simplemente, rechazamos este intento ilegal para dividir aún más a Ucrania. De continuar esta iniciativa, la misma irá en contra de los esfuerzos por lograr una 'desescalada'", añadió.
En Viena, su par ruso, Serguei Lavrov, se mostró reticente a la propuesta de una conferencia de 'Ginebra II'. "Reunirse de nuevo en este formato no aportará gran cosa", señaló.
El presidente de la OSCE, en cambio, apostó también por esa nueva reunión en Ginebra, pese al fracaso del acuerdo diplomático cerrado el 17 de abril entre Ucrania, Rusia, Estados Unidos y la Unión Europea para rebajar la tensión en el este de Ucrania.
El responsable de la OSCE abordará este asunto más tarde con el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Frank Walter Steinmeier, que se reunió en Viena con sus homólogos ucraniano y ruso.
Alemania y Rusia pidieron en los últimos días reforzar el papel de la OSCE para intentar pacificar el este de Ucrania. Burkhalter se entrevistará el miércoles en Moscú con el presidente ruso Vladimir Putin, que ha tachado de "absurda" la celebración de esas elecciones en Ucrania.
El ministro británico de Relaciones Exteriores, William Hague, que afirmó que "la gran mayoría de países" reunidos en Viena creen que la presidencial ucraniana debe poder celebrarse el 25 de mayo, acusó a Rusia de "querer impedir y perturbar" esa consulta.
El presidente francés, François Hollande, advirtió por su parte que si no se celebra la elección prevista el 25 de mayo en Ucrania, el país se va a ver sumido en el "caos", con "un riesgo de guerra civil".
- Nuevos combates en el este -
Mientras los diplomáticos discuten en Viena para intentar alejar el espectro de una guerra civil, los combates prosiguen en el este de Ucrania, donde las tropas ucranianas mataron a 30 rebeldes prorrusos en su ofensiva por tierra y aire para recuperar esta zona.
En Slaviansk, epicentro de la batalla entre los separatistas y las fuerzas regulares ucranianas, se escucharon varias ráfagas, según constataron periodistas de la AFP. Los reporteros vieron además que están empezando a faltar alimentos y bienes básicos.
El lunes hubo combates con armas pesadas en la periferia de esta ciudad de unos 100.000 habitantes controlada por los prorrusos. En ellos murieron cuatro militares ucranianos, y otros 20 resultaron heridos. El ejército perdió además su tercer helicóptero desde el inicio de la ofensiva en Slaviansk.
Del lado prorruso, "más de 30 terroristas murieron y decenas más resultaron heridos", según el ministro ucraniano del Interior, Arsen Avakov.
La ofensiva en curso en Slaviansk forma parte de una campaña más amplia con la que Kiev quiere recuperar el pleno control del oriente del país, donde hay más de diez ciudades en manos de prorrusos.
En otra ciudad de esa región, Donetsk, todos los vuelos quedaron "temporalmente suspendidos" este martes por la mañana, sin que de momento se conozcan los motivos.
Kiev y sus apoyos occidentales temen que Rusia acabe invadiendo el este de Ucrania. Pero el comandante de las fuerzas de la OTAN en Europa, el general Philip Breedlove, opinó que el presidente ruso puede alcanzar sus objetivos sin enviar tropas.
"Lo más probable es que (Putin) siga desacreditando al gobierno (ucraniano), provocando el caos e intentando preparar el terreno para un movimiento separatista" en el oriente ucraniano, dijo el comandante.
Ante la degradación de la situación, la Alta Comisionada Navi Pillay pidió al gobierno ucraniano que respete las normas internacionales en sus operaciones militares, y los derechos humanos de la población rusohablante, y llamó a los grupos prorrusos a que "pongan fin a sus acciones ilegales" y entreguen las armas.
Al tiempo que los diplomáticos occidentales se reúnen y tienden una mano a Rusia, sus gobiernos mantienen su política de sanciones contra Moscú, y Estados Unidos denunció este martes el plan de referéndum en el este de Ucrania, que calificó de "fraudulento".
El subsecretario norteamericano del Tesoro encargado de las sanciones, David Cohen, viajará a Francia, Alemania y el Reino Unido este martes, hasta el viernes para coordinar "la aplicación de las sanciones en respuesta a las acciones ilegales de Rusia en Ucrania", según un comunicado del Tesoro.