La crítica constructiva es aquella que nos ayuda a crecer como personas. Esta debe hacerse con tacto sin ofender a la persona en cuestión procurando su desarrollo personal.

En cambio la crítica destructiva es aquella que tiende a herir la autoestima y el amor propio de la persona ya que muchas veces carece de tacto y suele ser ofensiva.

Sin embargo es muy común que en nuestra sociedad tengamos ambos tipos de críticas puesto que es parte de la vida.

Lo importante es saber afrontarlas. Por ejemplo: cuando la crítica es constructiva ¿qué haces? cambiar tu conducta, te corriges o no te sientes aludido y continuas igual. Pienso que la mayoría de la gente trata de corregirse o cambiar su forma de hacer las cosas para mejorar lo que está haciendo y sentirse mejor consigo mismas

Por otra parte si la crítica es destructiva tendemos a sentirnos mal, se afecta nuestra autoestima y puede causarnos depresión y ansiedad. Por lo tanto, en este caso, lo mejor es ignorar a la persona que nos crítica, o simplemente evitar su compañía ya que ésta puede ser tóxica.

Por último, otra clase de crítica es la autocrítica, es aquella que nos hacemos a nosotros mismos. Sin embargo, esta tiene sus pro y sus contras, es bueno críticarse a uno mismo al evaluar un trabajo u obra porque así este mejora y se perfecciona. En cambio no debemos ser muy duros con nosotros mismos ya que nadie es perfecto sólo Dios lo es.

Recuerda sólo te afectaran las críticas que tú le otorgues el poder de afectarte. Ten en cuenta que todos tenemos virtudes y defectos. habilidades y debilidades. Pero eso no implica que vivamos agobiados por lo que nos critiquen. Sólo debemos tomar en cuenta aquello que nos ayude y tratar de ignorar o desechar lo que maltrata.