POR OSCAR FLORES/CLARÍN La madre de la chica, de 18 años, contó que un disparo le dio en la médula. "Mi hija no podrá caminar", se lamentó. La joven aún no fue informada de su estado.Florencia tiene 18 años. Como muchas otras personas de su pueblo, Naschel, el sábado a la madrugada se encontraba en la disco Natacha cuando Walter Talquenca -un inspector de la policía de San luis- entró a los tiros. La chica salvó su vida, otras dos personas murieron en el lugar, pero resultó herida. Hoy, su madre contó que como consecuencia de los disparos quedó paralítica.

"Mi hija no podrá volver a caminar", se lamentó María Cristina Silvera, la mamá de la adolescente. La mujer explicó que la chica sufrió graves heridas en el abdomen y en la zona lumbar y detalló que una bala le destrozó la médula.

Los médicos del Policlínico Regional, donde Florencia permanece internada desde la masacre, le informaron a la mujer la gravedad del estado de la chica. Pero la adolescente aún no sabe que no podrá volver a caminar.

Cerca de las 5 del sábado, Talquenca llegó a la disco Natacha -donde había estado junto a su mujer un rato antes-. Bajó de su auto y comenzó a disparar contra todos los que se cruzaron en su camino. Fue una masacre: dos personas murieron y otras 17 resultaron heridas, dos de ellas de gravedad.

Las víctimas fatales fueron el comisario Julio Marcelo Barrios (41), quien recibió un disparo en la cara, y Fernando Brizuela (37), un camionero nacido en Rojas que estaba en el lugar de paso con otros compañeros. Además, otras 17 personas resultaron heridas. Entre ellas se encuentran Florencia y Pascual Orozco, de 46 años, que permanece en estado crítico.