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Llevó durante mucho tiempo en el ojal una moneda roja de un centavo en lugar de una bandera estadounidense. Todo el programa de Rand Paul, precandidato para las presidenciales de 2016, estaba incluido en esa moneda de cobre: fin del déficit y sometimiento a la Constitución.
"Esto quiere decir: ni un centavo de más en rojo", explicó Rand Paul tras su espectacular elección como senador federal en 2010, subido a la ola del Tea Party, el movimiento ultraconservador nacido al comienzo de la era Obama.
Pero la campaña electoral manda: el senador republicano por Kentucky, de 52 años, volvió a ponerse la bandera estadounidense en el ojal el día que anunció su candidatura. Está entre los tres o cuatro mejor ubicados para las primarias republicanas de principios de 2016.
No es el más carismático. Su discurso es a veces precipitado y tiene una sonrisa forzada.
Pero lo que le falta en notoriedad y calidez lo compensa con el entusiasmo de sus seguidores, más jóvenes que el votante republicano medio y herederos del llamado movimiento libertario, que en Estados Unidos hace alusión a quienes se oponen a cualquier intervencionismo estatal.
Hace seis años sólo un puñado de militantes del Tea Party había escuchado hablar de este oftalmólogo instalado en Bowling Green, en Kentucky, en el centro del país. Sólo se le conocía por su padre, Ron Paul, tres veces precandidato a la presidencia, libertario convencido, a quien debe su formación intelectual (basada en Friedrich Hayek, Ayn Rand, Frédéric Bastiat, etc.). Es su héroe político.
"Su intransigencia y su filosofía política inquebrantable no solo me inspiraron, sino que también permitieron que naciera el movimiento Tea Party. Papá fue siempre un casi-Tea Party por sí solo", cuenta Rand Paul en libro "The Tea Party goes to Washington", publicado en 2011.
- Tea Party, pero no demasiado -
"Yo era del Tea Party antes de que el Tea Party adquiriera notoriedad", escribe. Cuando llegó al Senado en enero de 2011, el "nuevo" multiplicó los golpes de efecto y saltó a las portadas de las revistas políticas.
Su notoriedad aumentó gracias a un discurso obstruccionista de 13 horas que pronunció en marzo de 2013 para bloquear la confirmación del director de la CIA. Su vehemencia contra los abusos de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) en materia de espionaje es aplaudida por los defensores de las libertades individuales, aliados poco habituales de un republicano.
Rand Paul se define como un "conservador constitucional" o un "libertario": denuncia los abusos del poder del Estado federal, que quiere reducir a sus funciones clásicas y enunciadas en la Constitución, y excluir, por ejemplo, la educación.
De su desprecio no se salva toda la clase política: demócratas y republicanos son corresponsables de la ruina de las finanzas públicas estadounidenses. ¿Los años de Bush? "Un fracaso espantoso", dice.
En política exterior deplora la invasión de Irak en 2003, desprecia a los neoconservadores y trata a Hillary Clinton de belicista. Pero rechaza la etiqueta de aislacionista. En una entrevista de 2013 con la AFP se ufanó de la moderación de Reagan y defendió un enfoque "menos agresivo".
Pero la ambición está acompañada de una cierta dosis de realismo. A pesar de que siempre hace referencia a la causa de la libertad con grandilocuencia, abandonó los debates demasiado filosóficos en los que muchas veces naufragó, sobre todo en los que tenían que ver con las leyes anti-discriminación.
- Minorías -
Los demócratas no dejan de describir a Rand Paul como un extremista que desarmaría el Estado providencia. También cuestionan su sinceridad en un asunto al que dedicó mucho tiempo: los derechos civiles.
Cincuenta años después del fin de la segregación, propone una reforma penal y la eliminación de las penas mínimas para cortar el ciclo cárcel-desempleo-pobreza, que castiga desmesuradamente a los jóvenes negros.
El objetivo asumido es reducir el rezago de los republicanos entre los votantes negros. Pero permite a Rand Paul presentar al mismo tiempo un rostro nuevo y fiel a los valores fundadores del partido -Abraham Lincoln, padre de la abolición de la esclavitud, era republicano.
"Ha llegado el momento, espero que los afroestadounidenses vuelvan nuevamente al partido de la emancipación, de las libertades civiles y de la libertad individual", dijo en 2013 durante una reunión con la comunidad negra.