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Los rebeldes chiitas seguían ocupando varios edificios públicos y militares de la capital de Yemen el lunes, al día siguiente de la firma de un acuerdo de paz apadrinado por la ONU, que puso fin a combates que dejaron más de 200 muertos en cinco días.
Los habitantes de la capital de Yemen volvieron a salir a la calle este lunes, tras haber permanecido en sus casas durante el fin de semana a causa de los enfrentamientos entre rebeldes e islamistas sunitas, constató la AFP.
Desde el 16 de septiembre, los combates entre rebeldes chiitas Ansarualá, también llamados huthis, y los milicianos islamistas sunitas del partido Al Isla han dejado más de 200 muertos, anunció el lunes el ministerio de Salud yemení.
Este recuento no incluye los muertos que se llevaron familiares de los fallecidos o las partes en conflicto.
El domingo se firmó un acuerdo de paz apadrinado por la ONU, tras una jornada marcada por los avances de los rebeldes chiitas, que tomaron instalaciones del gobierno y del ejército en la capital del país.
El acuerdo fue firmado en presencia del emisario de la ONU Jamal Benomar, el presidente Abd Rabo Mansur Hadi y representantes de diversas facciones políticas, entre ellas la de los rebeldes chiitas Ansarualá. El mismo prevé el cese "inmediato" de las hostilidades, la designación en un plazo de tres días de un nuevo primer ministro y la formación de un nuevo gobierno en el plazo de un mes.
Si bien la agencia Saba indicó, poco después de la firma, que la policía militar se disponía a retomar todos los edificios gubernamentales en manos de Ansarualá, a petición de los propios rebeldes, los insurgentes seguían desplegados el lunes en las entradas de la sede de gobierno, del parlamento y del cuartel general del comando de las fuerzas armadas, indicaron corresponsales de la AFP.
En los lugares que controlan, los rebeldes estaban al lado de los militares.
"Trabajamos con Ansarualá, uno al lado del otro, para proteger los edificios públicos y preservar los bienes del pueblo", explicó a la AFP un oficial de la policía militar, el comandante Mehdi, desplegado en un barrio en el que se encuentra la radio estatal, bajo control rebelde.
Los chiitas son mayoritarios en el norte de Yemen pero están en minoría en el conjunto del país. Los huthis derivan del zaidismo, una rama del chiismo que representa más del 30% de la población del país.
"Los huthis quieren poder decidir a nivel nacional, con una parte de poder igual o superior a la de sus principales rivales políticos de Al Isla", explicó a la AFP April Longley, una especialista de Yemen en International Crisis Group.
Tras haber acampado en las entradas de Saná y de haberse manifestado para pedir la dimisión del gobierno, los rebeldes chiitas lanzaron una ofensiva el 9 de septiembre contra la sede del gobierno, una manifestación que fue duramente reprimida por la policía.
El gobierno hizo entonces algunas concesiones y aceptó formar un gobierno de transición así como bajar el precio de los carburantes pero los rebeldes chiitas hicieron nuevas demandas.