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Que mejor para un ciudadano común que vivir en un país donde no deba inmiscuirse en la política nada más que en el momento de votar, trabajar, educar a sus hijos y alcanzar los niveles de vida dignos de culquier persona de bien
Siempre opino desde mi sencilla condición de ciudadano común, si bien en mi juventud participé por un breve tiempo en política, en realidad nunca me gustó, preferí ver las cosas desde la vereda de enfrente, la de los ciudadanos comunes que trabajan y aman su país desde el sacrificio, la educación de sus hijos, el progreso y la producción.
Me da lo mismo que gobiernen los Kirchner, los radicales o peronistas o todos juntos, porque en realidad no voy a sacar ningún rédito de su gestión.
¿Que obliga a un ciudadano como muchos que sin saber mucho de política se inmiscuyen en ella? Cuando las cosas no están bien, no porque ganes un peso más o un peso menos, o porque te aumenten el kilo de azúcar o el pan, todo eso te lo bancas, el problema es cuando la política de un país te lleva a situaciones extremas por sus malos manejos.
Cuando la seguridad de tus hijos esta en juego todos los días, porque vivís en un país donde no te dan ninguna garantía de que mañana no vas a terminar dentro de un cajón, o cuando las lágrimas de la gente común, que llora por sus familiares muertos por la delincuencia, caen en una silenciosa complicidad de parte de los que gobiernan.
Cuando esta en juego la libertad de expresión, porque los que gobiernan pretenden perpetuarse en el poder y todo pensamiento contrario a sus políticas es tomada como una clara muestra de desastibilización o de golpe pretendiendo hacer callar todas las voces contrarias utilizando la fuerza o la agresión.
Esas son las cosas que casi te obligan a inmiscuirte en la política, aún así sea desde afuera, cuando la política golpea a tu puerta y no porque algún político carismático se acerque con alguna propuesta o invitación, sino más bien porque alguién te apunta en la cabeza con una pistola cuarenta y cinco descerrajando
un tiro a uno de tus hijos y desde el gobierno te dicen: "Es solo una sensación"