¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Redacción Política escriba una noticia?
La reforma tributaria del gobierno de Michelle Bachelet, que pretende recaudar 8.200 millones de dólares anuales para financiar la educación y otras medidas sociales en Chile, puede afectar a la economía a corto plazo pero es un paso necesario hacia el desarollo, según analistas.
La receta establece un alza gradual de los impuestos a las empresas de 20% a 25%, y elimina el Fondo de Utilidades Tributarias (FUT), instrumento que permite a las empresas posponer el pago de impuestos sobre sus beneficios indefinidamente si estos son reinvertidos, entre otras medidas.
Pero ¿es la reforma de Bachelet una amenaza para el modelo de crecimiento chileno?
Según explicó en un seminario en Santiago el economista senior del BID Alberto Barreix, con la reforma Chile está convergiendo hacia los niveles de tributación de países de la OCDE, e incluso de América Latina, donde son más altos.
?Es un proyecto para acercarnos a los países desarrollados?, y es ?esencial en esta nueva etapa de desarrollo chileno?, asegura a la AFP el economista Ricardo Ffrench-Davis, Premio Nacional de Ciencias Sociales y profesor de la Universidad de Chile.
Esta nueva etapa viene precedida por un fuerte malestar social, que comenzó en 2011 con las manifestaciones estudiantiles y dejó en evidencia los altos niveles de desigualdad del país, pese a crecer un 5% anual durante veinte años.
"La desigualdad requiere más gasto público, bien gastado y con calidad, y requiere que recaudemos no cargándole la mano al IVA (del 19% en Chile), sino dónde están las diferencias de riqueza en el país, en los dueños del capital", asegura Ffrench-Davis.
En los países de la OCDE la distribución del ingreso después de pagar impuestos mejora, lo que no ocurre en Chile, donde después de tributar, la riqueza sigue repartida con la misma desigualdad.
La discusión de la propuesta, que se inicia este lunes en el Senado -donde podría sufrir algunas modificaciones- grava fundamentalmente al 10% más rico del país, según Ffrench-Davis.
- Sin renunciar al modelo -
Mejorando la educación y la salud con mayor gasto público, Bachelet pretende dar un nuevo empuje a la economía, haciéndola más competitiva y menos desigual. Pero para ello, no renuncia al modelo económico vigente.
"Esta reforma aumenta los impuestos, pero no abandona el modelo neoliberal que ha promovido Chile desde el retorno de la democracia", señala a la AFP el politólogo y profesor de la New York University, Patricio Navia.
La principal preocupación de empresarios tiene que ver con la eliminación del FUT y su impacto en las inversiones, en un momento de desaceleración económica. El gobierno ha rectificado la previsión de crecimiento para 2014 de 4, 9% a 3, 4%.
Creado en dictadura para favorecer la inversión, el mal uso del FUT se ha convertido en una herramienta de muchos para no pagar impuestos.
Bachelet propone ahora que las empresas paguen impuestos por todos sus beneficios anuales, y no solo por aquéllos que retiren. Para quienes usaban de forma correcta el FUT, la inversión será más cara.
"Con esta reforma, las utilidades van a estar disponibles para invertir después que los dueños hayan pagado sus impuestos. Entonces (invertir) es más caro, y podría tener efectos", explica a la AFP el economista y especialista en temas tributarios de la Universidad Adolfo Ibáñez, Claudio Agostini.
La Cepal, por su parte, descartó que afecte "el comportamiento de la inversión extranjera directa" en el país, que en 2013 cayó un 29% debido a la caída del precio del cobre.
- Efectos en el ahorro -
La meta de recaudación es de 3% del PIB anual.
El gobierno ha insistido que los cambios no harán retroceder la economía, pero el viceministro de Hacienda Alejandro Micco asumió por primera vez que "puede tener un impacto negativo pequeño para la inversión".
"Por otro lado, tiene (...) un impacto positivo por la educación y por mantener las cuentas fiscales claras", agregó.
"Hay ciertos elementos que pueden hacer que el crecimiento en Chile sea más lento en el futuro. A menos que se introduzcan nuevos mecanismos que promuevan el ahorro, esta reforma tendrá efectos negativos", afirma Navia.
Sin embargo, según Ffrench-Davis, la aplicación será gradual, y permitirá un crecimiento "con equidad y paz social".