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El ex General Domingo Antonio Bussi y ex gobernador de la provincia de Tucumán agoniza después de una larga enfermedad de carácter irreversible, según dijo su hijo
Es extraño, la Argentina vivió la dictadura más violenta de su historia y el ex militar Bussi atendía en su despacho (como lo muestra la foto) con su magnum sobre el escritorio. No era una exposición de armas, sino la forma de intimidar a cualquier persona que se sentara en su ;ugar de "trabajo". Era impunidad, la misma que le permitió ser dueño de las vidas de aquellos que no pensaban como ellos. No andaban con vueltas a la hora de desaparecer a personas, asesinarlas, robarles, quedarse con sus bienes, apropiarse de sus hijos y una innumerable de hechos fuera de la ley.
Ley que nunca respetaron desde el momento que el Proceso de Reorganización Nacional se instauro en Marzo del año 1976, la vulneran generando un golpe de estado, de la mano de civiles golpistas y algunas fuerzas extranjeras.
Aquél decreto de "aniquilar" le posibilitó a este ex militar, hoy en agonía irreversible, a ponerse las ropas de un estado que se adueñó de la vida de todos sus habitantes, un país desprotegido por aquel estado democrático otrora usurpado por el poder militar.
Tenían la ley en sus manos, pero nunca lo tuvieron en cuenta; como si lo tuvo en cuenta la democracia desde el año 1983 que los llevó a los tribunales y los juzgó por los crímenes de lesa humanidad. El fue respetado y condenado por la democracia, posibilidad que no le concedió a aquellas víctimas de sus manos y sistema al que pertenecía.
Extraño que habitantes de una provincia votaran a aquel que gobernó desde el terror y en nombre del estado
Sin embargo, en tiempos de democracia logra ser gobernador de su provincia.
Extraño que habitantes de una provincia votaran a aquel que gobernó desde el terror y en nombre del estado. Sin embargo, la democracia acató el resultado de las urnas y fue gobernador durante años. Esas extrañas paradojas que tiene la vida por estas tierras argentinas.
Es evidente que algo ha quedado después de la dictadura, dado que no es extraño escuchar a personas de cualquier clase social, económica, etc.; que sigan creyendo que aquellos 30000 desaparecidos están en estas condiciones porque "algo habrán hecho" o porque simplemente "andaban en la joda" murmurarn por lo bajo y no tan bajo.
Las redes sociales muestran a cada instante como desde lo corporativo están ahí, agazapados por meterle mano a la pena de muerte, por ejemplo...
Es extraño... Bussi tuvo la posibilidad de vivir en democracia y ser condenado en ella con todos los derechos, no como aquellos miles de ciudadanos que desaparecieron en la más sangrienta dictadura que nos tocó vivir como sociedad....