Está sobrepasado después de días de una agitación emocional insoportable. La muerte de Álex Casademunt dejó a la primera hornada de triunfitos con el alma hecha jirones y varios arrepentimientos tardíos, pero necesarios.

El más afectado está siendo Bustamante, con el que el catalán había tenido un desencuentro público por la reedición de aquel Dos hombres y un destino que popularizaron juntos. Un mazazo que llegó días después de que se tuviera que ver de nuevo las caras con Francisco Manjón, su exasesor y mano derecha, esta vez en los tribunales.

Bustamante lo acusa de haberle metido en graves problemas con la Agencia Tributaria y de haberse llevado dinero de forma opaca. Una actuación judicial que se volvió más mediática cuando Manjón decidió hablar para explicar que tiene material suficiente como para destruir al que un día fue su amigo.

Insinuaciones capciosas y muy duras que ha hecho correr junto a imágenes y mensajes que son de una gravedad inusitada. Tanta sobreexposición puede tener consecuencias fatales para Francisco, pues me aseguran que David prepara una nueva embestida judicial por lo que considera son coacciones, injurias y calumnias. Reiteran, además, que el acusado estaría cometiendo un delito si finalmente hace públicos aspectos relativos a la intimidad del cantante.

La que de momento calla es Paula Echevarría. La ex de David Bustamante, consciente de todo lo que se despacha en la cocina del rencor, no solo evita pronunciarse, sino que parece cómoda entre un lodazal tan pringoso. Hay quien ya ha puesto el grito en el cielo esperando a que la actriz dé un paso al frente y defienda al padre de su hija. Su apoyo sería fundamental.