Aunque esta vez no fue en Egipto sino en China, para ser exacto el río Yangtsé es el que ahora ha tomado un color escarlata que tiene preocupada a la población.

Y es que el intenso color no ha sido causado por alguna bacteria, como se ha dado en otros casos de manera natural cuando el agua tiene una baja cantidad de oxígeno.

Lo que hace más improbable que sea algo bueno es que esta en constante movimiento y se mezcla con el aire. De hecho, según explica Rt, se cree que esto es un "fenómeno contaminante".

Algo que podría confirmar tales sospechas es el raro olor que despedía el río, según reportaron los habitantes de Wenzhou. No es de extrañar que los investigadores sospechen que se debe a un vertido ilegal.

Con todo algunos de los residentes de Chongqing se pusieron a embotellar agua para guardarla de recuerdo. Y a los turistas tanto llamo la atención que pasaron a recoger su recuerdito también.

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