Los crackers aprovechan las pocas nociones de seguridad de algunos usuarios para introducir malware en sus dispositivos.

08/09/2015.- Si preguntáramos a cualquier publicista cuáles son los principales reclamos para llamar la atención del espectador a buen seguro que el sexo se encontraría entre las primeras posiciones. No es algo que deba sorprender a nadie, ya se sabe que la carne es débil. Pero durante los últimos años este dicho se podría extender a otros terrenos, en concreto al de nuestros smartphones.

Desde que nuestros móviles comenzaron a tener acceso a Internet el riesgo de que nuestro dispositivo quedara infectado por algún virus se han multiplicado. Tristemente, existen muchas maneras diferentes con las que nuestro smartphone puede verse afectado por cualquier tipo de malware; instalado, incluso, de serie en algunos terminales.

Pero si hay un reclamo en especial para introducir cualquier software malicioso en nuestro dispositivo ese es el sexo. Basta echar un vistazo a los numerosos portales web pornográficos utilizados para incluir el conocido phishing y acceder a nuestros datos personales. Sin embargo, este problema llega ahora a los móviles en forma de aplicación.

El portal Zscaler ha avisado de una nueva app que pondría contra las cuerdas a nuestro terminal. Se trata de Adult Player la cual una vez instalada tiene vía libre para bloquear y secuestrar el smartphone y exigir un pago de 500 dólares (unos 445 euros al cambio) a través de PayPal para que el usuario pueda volver a utilizar el teléfono. Después del pago, la app asegura que el desbloqueo del terminal se llevará a cabo en 24 horas. Sin embargo, la actividad de la aplicación no se detiene ahí ya que al instalarla, el usuario da la autorización a la plataforma para que haga fotografías desde la cámara frontal en cualquier momento y sin previo aviso.

El problema llega al intentar solucionar el contratiempo. El truco básico de apagar y volver a encender el móvil no funciona ya que, una vez reiniciado el móvil, el mensaje seguirá estando presente. De este modo, la solución pasa por iniciar el móvil en modo seguro y borrar cualquier rastro de la aplicación. En el caso de que no esto no dé resultado hay que irse a los permisos del administrador para desactivar aquellos que la aplicación haya marcado para, posteriormente, proceder a desinstalarla.

Bien es cierto que para caer en la trampa de esta app las nociones sobre seguridad en nuestro smartphone tienen que ser muy escasas. Por ejemplo, la aplicación no se encuentra en Google Play, siendo un buen indicativo de que posiblemente no sea del todo segura.

Además, hay que activar la opción que habilita las descargas externas, un paso que hasta nuestro terminal avisa de los riesgos que eso conlleva. Por último, los permisos tan inusuales a los que la app solicita tener acceso, como la cámara, es otro factor para desconfiar.

Es por eso que los encargados de crear este tipo de malware aprovechan el despiste de estos usuarios que ya por puro desconocimiento o por cualquier otra razón dan su permiso a estos ciberdelincuentes.

Aun así, hay que dejar claro como este no es el primer ni único caso en el que el sexo se convierte en una puerta abierta para la entrada de malware en nuestros móviles. Hace unos años una serie de apps japonesas que ofrecían porno, anime y videojuegos era la tapadera perfecta para incluir un troyano que robaba miles de datos del móvil. Y, por increíble que parezca, hasta 75.000 usuarios se vieron perjudicados por este malware.

Por ello, para evitar cualquier tipo de susto siempre hay que tener en cuenta algunas recomendaciones básicas como son descargar cualquier tipo de aplicación siempre de fuentes seguras.

Fuente: XatakaMóvil

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