¿Quieres recibir una notificación por email cada vez que Humbra escriba una noticia?
Es un escrito sobre una visión desde la experiencia del silencio en las aulas. Realizado en diferentes escuelas y universidades de Sudamérica
El proyecto es bien simple. Solo es necesario capacitar a los docentes en la utilización de la meditación, es lo único que puede parar a la mente, tenemos que comprender que, los estudiantes vienen alterados desde sus hogares por toda la situación de la sociedad y, sin embargo, en lugar de brindarles contención, nosotros le gritamos, los amenazamos, no le enseñamos sobre el silencio. Y, como no les enseñamos lo principal, es imposible que puedan hacer silencio, no pueden hacerlo porque nunca les enseñamos. Si no tenemos la capacidad para callar nuestra propia mente ¿cómo podemos educar alterados? En un estado de nerviosismo constante se hace muy difícil educar. Para enseñar es necesario estar tranquilo
¿Dónde están los maestros del silencio? El sistema educativo precisa de personas capacitadas para enseñar la meditación, mostrarles el camino de la comprensión propia, entonces cuando nosotros, los docentes logremos esa capacidad, estaremos capacitados para enseñarles a nuestros estudiantes. Cuando el estudiante comprende el verdadero valor del silencio se calma por naturalidad, pero nosotros nunca le hablamos sobre el silencio, siempre gritamos o amenazamos. Yo mismo lo hecho, todos lo hacemos, ¿Quién no lo hizo?
Es hora de cambiar. ¿La educación actual nos sirve? ¿Cómo es posible que aprendan? Si, siempre los amenazamos con la nota, con las firmas disciplinarias, pero nunca les enseñamos el significado de la palabra disciplina, solo le entregamos matemáticas, nunca les enseñamos los misterios de la vida, solo le dejamos un poco de historia o de química, y no estoy diciendo que esas asignaturas no sirvan, todo es necesario para aprender en la vida, pero también tenemos que mirar otros aspectos.
La educación tiene que buscar nuevos horizontes, abrir la mente y no quedarse con lo conocido. Es tiempo de comenzar a aprender de verdad. La palabra disciplina significa aprender, y cuando el estudiante descubre que tiene inteligencia comienza una mutación cerebral, se despierta y se da cuenta que esta idiotizándose, cayendo en la mediocridad generalizada del entorno, y cuando sucede esto, comienza a estudiar por su propia cuenta y no interesa la nota porque todos son motivados, lo hacen porque les gusta y cuando uno hace lo que le gusta, es una persona feliz, y un alumno feliz tiene ganas de ir a la escuela, va porque quiere aprender. Y con nosotros vienen porque son obligados, entonces eduquemos personas felices ante tanta tristeza.
Para lograr una enseñanza ideal, los estudiantes tienen que ser motivados desde su propia inteligencia, despertarlo para que se den cuenta que le estaban atrofiando su sensibilidad, y cuando una persona no tiene sensibilidad se torna mecánica, ya no disfruta de la vida, solamente sobrevive marginado en la angustia existencial, como se encuentra gran parte de la humanidad. El hombre tiene que comprenderse a si mismo.
Precisamos estudiantes despiertos
Propongo la meditación como una de las herramientas para iniciar al niño en el camino de la comprensión y la sabiduría, porque esa edad es la ideal para aprender las cosas desde el alma.
Precisamos estudiantes despiertos para que tomen conciencia de su propio potencial. Ellos son inteligentes, el problema es que no lo saben, y nosotros los docentes no hacemos mucho por cambiarlo, porque siempre seguimos en la misma ruta, todos los años haciendo siempre lo mismo, si nosotros mismos nos cansamos, y venimos desganados, esperando que termine el día ¿Se puede educar sin ganas? Sin darnos cuenta, fuimos condicionados, educados así. Pero ahora estamos en otro siglo, precisamos cambiar porque el sistema antiguo no dio los resultados que se esperaban, los resultados están a la vista. Todo el mundo sabe que los alumnos estudian forzados y desactivados, sin ningún tipo de interés, lo hacen porque les ponemos una nota y con ese sistema de calificación, lo único que logramos es una competencia feroz por tener la mejor nota descuidando el valor humano, tenemos una crisis total de valores. Y solo nos preocupamos por una nota, hay que enseñarle al alumno, inspirarlo para que estudie, pero que hacemos, los forzamos para hacer la tarea, el alumno sabe que eso es violento. Cualquiera lo sabe, forzarte es violento. Si el estudiante es educado, activado por la motivación, lo hace porque realmente le gusta, porque quiere mejorar y cuando alguien quiere mejorar no existe ninguna calificación para semejante actitud. Esta aprobado por naturalidad, porque lo hace desde su alma.
El silencio es el principio de la sabiduría, si enseñamos el silencio, tendremos alumnos sabios y con alumnos sabios mejoraremos nuestra sociedad y al mejorar la sociedad mejoramos todos. La violencia en la sociedad sube a niveles alarmantes, cada vez se torna mas agresiva, la destrucción ecológica se hace cada vez mas letal, el hombre no puede parar de correr, la aceleración es total y vivir a un ritmo así, nos lleva al desequilibrio. La meditación puede frenar a la mente, y cuando la mente se detiene a meditar, comienzan cambiar las actitudes del ser humano.
Todas las grandes personas fueron meditadores, Sócrates, Aristosteles, Ghandi, Diogenes, Jesús, Buda, Dalai Lama, Leonardo Da Vinci, Edison, si ellos lo hicieron, ¿Qué perdemos con probarlo? El hombre sabio tiene que ser meditador
Mi proyecto es capacitar maestros meditadores, el docente tiene que saber meditar, de esa manera podrá calmar a sus alumnos, y cuando surge el silencio en un aula, suceden cosas emocionantes, el niño descubre el valor del silencio, se hace amigo de él, y cuando uno se hace amigo del silencio se vuelve un hombre sabio. Y un hombre sabio sabe respetar. Los estudiantes tienen toda la capacidad para aprender.
Propongo educar sabios.