Dice el refrán que "el que se fue a Sevilla... perdió su silla". Y a la que parece caberle como anillo al dedo la frase es a Silvina Luna. La vedette, ex Gran Hermano y ex Bailando por un sueño, rechazó seguir la temporada con Vedettísima -luego de un verano exitoso junto a Carmen Barbieri-, para instalarse con su pareja en los Estados Unidos, concretamente en Hawai. ¿El objetivo? Perfeccionar su inglés y hacer un taller del teatro, además de pasar largas horas de ocio, aprendiendo a surfear en aquellas paradisíacas playas.

Luego de dos meses de ausencia y de regreso en la Argentina, la vedette se encontró con la sorpresa de que todos los programas de televisión y las obras de teatro donde podría encontrar un hueco tenían sus elencos completos por lo que, en lugar de desesperarse, decidió tomar el toro por las astas y llamar ella misma a diferentes productores ofreciéndose para trabajar.

Pero la suerte parece no estar de su lado y la chica, que se volvió fanática del surf, encontró, al menos por el momento, todas las puertas cerradas. Sin embargo, ella no se achica y, como para que no se note la "malaria" acaba de anunciar a los cuatro vientos: "Volví para ser empresaria, ya no más escenarios".

De acuerdo a la información recogida en varios medios, la modelo y vedette habría asegurado que ahora está concentrada en la concreción de un proyecto muy importante que la lanzará como empresaria. "Estoy muy ocupada en esto y quiero dedicarle todo el tiempo que pueda a mi despegue en el mundo de los negocios".

Sin embargo, pocos le creen ya que desde su entorno se asegura que su mayor anhelo sería formar parte de Showmatch o participar de los scketch de Susana Giménez.

Hasta hay quien se anima a afirmar que la ex Gran Hermano está angustiada y que no se perdona haber abandonado la compañía liderada por Barbieri y Santiago Bal -en la que fue reemplazada por Ximena Capristo- que sigue siendo un éxito en la cartelera porteña.

A fin del verano, Silvina dijo estar dispuesta a buscar su propio camino y no tuvo pudor alguno en bajarse de Vedettísima y concretar su proyecto para perfeccionar su inglés

"Tenía la propuesta de continuar con Vedettísima, pero decidí priorizar un proyecto personal, algo que tenía en mente desde el año pasado", confesó Luna ante las críticas de algunas de sus colegas, cuando tomó la decisión de irse.

Una vez en los Estados Unidos decidió realizar un taller de teatro, matizando sus actividades con el surf, para lo que su chico, Martín Vari -un destacado surfista- se convirtió en el mejor maestro . Hasta recibió la visita de su hermano, que viajó especialmente para visitarla.

Pero la tierra tira y Luna decidió volver a principios de junio, dispuesta a volver al trabajo. "Fue una experiencia fantástica. Estudié inglés e hice un par de trabajos para una agencia de modelos de allá. Pero lo que más me gustó fue surfear todos los días. Fui con mi novio y luego se sumó mi hermano Ezequiel, quien vino a visitarnos", contó recién arribada al país.

Para colmo de males no pudo terminar antes de su regreso con la remodelación de su casa en Nordelta, por lo que no tuvo más remedio que instalarse en casa de unas amigas, propietarias de un local de ropa en Las Cañitas, a las que ayuda en sus horas libres que, por ahora, son bastantes.

Sin embargo, sorpresivamente y luego de buscar infructuosamente empleo, la rosarina anunció que no quiere trabajar en otra cosa que no sea su enigmático proyecto. Un negocio que dijo que, al menos por el momento, quiere mantener en el más absoluto de los secretos, según aseguró por cábala, es decir, "para que no se pinche".

A pesar de su optimismo y sus esperanzas en dicho "proyecto", cuentan que a Luna se la ve triste y por doble razón. Porque extraña las tablas y a Martín, que se quedó barrenando en el mar de Hawai.