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Este síndrome es una reacción psicológica en la que la víctima de un secuestro desarrolla una relación de complicidad y de afección con quien la ha secuestrado
Este síndrome es una reacción psicológica en la que la víctima de un secuestro desarrolla una relación de complicidad y de afección con quien la ha secuestrado. La definición se aplica también para los secuestros emocionales y me explico: individuos que han sido educados generalmente por los padres (o uno de ellos) para el sometimiento; es similar a una relación adictiva, aunque en este caso suele ser unilateral; el secuestrado se obsesiona con el secuestrador, pero no sucede en sentido contrario.
Un niño que es maltratado física o psicológicamente, por mero instinto de conservación buscará vincularse con el padre o la madre maltratadora para evitarlo. El hijo para protegerse, justifica, comprende e incluso llega a admirar al maltratador; de esta forma es capaz de someterse, acatar y hacer la voluntad del agresor. Cuando este individuo se hace adulto, su personalidad será falsa o prestada, no sabe decidir, es obediente, apéndice del padre o/o la madre y falto de identidad. Las personas afectadas por este síndrome continúan de adultos justificando la actitud del secuestrador (padres), lo perciben todo poderoso, le rinden pleitesía y respeto, sienten que no pueden vivir sin ella e incluso creen amarlo, cuando en verdad le odian y le temen.
Las personas afectadas por este síndrome continúan de adultos justificando la actitud del secuestrador (padres), lo perciben todo poderoso,
Hace algún tiempo conocí a un hombre que tenía 50 años, vivía con su madre de unos 75 años; él estaba completamente sometido a ella, le ordenaba cuando bañarse, vestirse e incluso la hora de dormir. Un día, él me comentó que estaba enfermo de una úlcera y que el médico le había dicho que debía comer a horas, entonces le pregunté por qué no lo hacía y me dijo que era que su madre salía mucho y no le daba la comida a las horas debidas. El hombre había sido educado en la incapacidad, el creía que no podía hacer nada, no era autónomo, nunca aprendió a cocinar por ejemplo; emocionalmente era un niño, su madre decidía por él (maltrato emocional) y era incapaz de alejarse de ella. La madre lo secuestró presumiblemente para tener quien la cuidara en su vejez, jamás quedarse sola o para tener a alguien a quien dominar.
¡Te invito a compartir tus experiencias sobre el tema!
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