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Actos repetitivos o comportamientos complejos, es imposible la comunicación, episodios de segundos, minutos y más prolongados, mayoritario en varones, niños y adolescentes
EL SONAMBULISMO: CAUSAS Y CONSECUENCIAS
La persona sonámbula es la que dormida abandona su cama y lleva a cabo actividades simples —casi siempre sin propósito, como actos repetitivos— o comportamientos más complejos como: caminar por la habitación, abrir y cerrar puertas, encender o apagar la radio, vestirse, abrir y cerrar la heladera o alguna alacena para buscar alimentos o bebidas.
Puede abandonar su habitación y caminar por el vecindario e incluso hasta conducir un automóvil, regresar voluntariamente a su hogar, acostarse nuevamente en su cama, continuar durmiendo y luego, al despertar, no recordar nada de lo ocurrido.
Mientras transcurre el episodio de sonambulismo, generalmente es muy difícil, casi imposible, la comunicación con las personas afectadas y si se logra está limitada a algunas palabras.
En la literatura se reportan muy raros casos de comisión de delitos, aunque algunos autores refieren o comentan actos de exhibicionismo y agresión física.
Este comportamiento puede prolongarse desde unos segundos hasta varios minutos, aunque pueden suceder episodios más prolongados.
Ocurre con mayor frecuencia en los niños y los adolescentes, y según algunos autores, es mayoritario entre los varones.
El sonambulismo se produce, por lo general, en las primeras dos horas de sueño y a veces lo antecede algún episodio de terror nocturno.
Algunos investigadores plantean que tales trastornos están precedidos con un año o más de duración de episodios de somniloquio (habla o emite sonidos mientras duerme), de ahí la importancia de prestarle la debida atención a este problema en el caso de los niños y jóvenes.
Causas
Sus causas son muy variadas, aunque hay especialistas que refieren que este desorden del sueño está vinculado con trastornos psiquiátricos y epilepsia.
Otros investigadores, al indagar la posibilidad de una predisposición hereditaria al sonambulismo en gemelos, encontraron que el grado de concordancia en los gemelos idénticos genéticamente era seis veces más frecuente, que en los no idénticos (los que se originan a partir de la fecundación de dos óvulos independientes por dos espermatozoides).
Asimismo, se mostró que su incidencia aumenta en los niños y adolescentes cuando los padres han sido sonámbulos. Otros autores también destacan los antecedentes patológicos familiares similares.
Es válido señalar que si bien los factores hereditarios predisponen al sonambulismo o el terror nocturno, éste puede estar influido por factores ambientales.
El entorno familiar inadecuado que produce o favorece la aparición del estrés y la tensión emocional, así como el daño cerebral, son factores considerados asiduos. Sin embargo, debido a que esta dolencia disminuye de manera significativa o desaparece, generalmente, con la edad, algunos investigadores la consideran, sobre todo, resultado de una inmadurez del sistema nervioso central.
Es fundamental el estudio personológico detallado del paciente, pues algunos especialistas refieren que en la mayoría de los casos se observan claras manifestaciones de alteraciones psicológicas, las cuales deben ser atendidas como parte del tratamiento integral.
En los adultos la ingestión de determinados medicamentos, a veces combinada con alcohol, se considera un factor que propicia el sonambulismo, especialmente en las personas susceptibles.
Hay expertos que llaman la atención sobre la prescripción de algunos fármacos a determinados pacientes que presentan problemas psiquiátricos, ya que pueden ser un factor precipitante, en algunos casos, de comportamientos sonambúlicos. De ahí la importancia del uso de la dosis exacta y de erradicar completamente el mal hábito de la automedicación.
Incluso la sobreingestión de determinados alimentos puede ser un elemento propiciador del sonambulismo en las personas propensas.
Es importante saber además que en determinadas ocasiones los estados febriles pueden ser un factor precipitante del sonambulismo o del terror nocturno, pero es un hecho aislado y transitorio, que desaparece una vez eliminadas las causas.
Fuente: Doctor EDUARDO CAIRO VALCÁRCEL, profesor titular de la Facultad de Psicología de la Universidad de La Habana, Cuba