Los suizos han tardado en reaccionar a las acusaciones al Porsche Cayenne Diesel de tener una programación trampa para hacerse pasar por más ecológico en las pruebas. En el argot eso es un defeat device, que significa una detección de ciclo de homologación para que el escape lo dé todo para reducir los gases contaminantes.

A partir de hoy, no se podrá matricular ningún Porsche Cayenne con el motor 3.0 V6 TDI de origen Audi, con 262 CV de potencia, ya que cuentan con la programación fraudulenta de fábrica. El todocamino Premium está a la venta a partir de 76.450 euros al cambio, 86.300 francos suizos. La medida no afecta a las unidades que ya están rodando por las carreteras.

En el comunicado de prensa de la llamada a revisión del 28 de julio, Porsche especificó que "no desarrolla motores diésel por sí misma", por lo que tira balones fuera hacia Audi aunque asume sus responsabilidades de postventa. La llamada a revisión empezará en otoño, con el asesoramiento de la autoridad federal de transportes alemana, la KBA. Curiosamente están afectados los modelos Euro 6, los de segunda generación, no los primeros Cayenne Diesel preparados para el estándar Euro 5. Más curioso todavía, en el Audi Q7, el 3.0 V6 TDI es uno de los motores más limpios de su clase en condiciones reales de utilización. A mi, que me lo expliquen.

Este revés en Suiza, de poca importancia numérica para Volkswagen, se parece bastante al que recibió en Corea del Sur, cuando se vetó la matriculación de gran parte de su catálogo hace ya un año. La página Web de Porsche en Suiza no parece haberse enterado y toda la información comercial del Cayenne Diesel sigue donde estaba.