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En mayo se festeja el estreno de : Rostros, obra clave en dictadura, en el Teatro Escuela Central
Arte dramático en dictadura
En la última dictadura en Argentina, el teatro y en particular el teatro independiente, se caracterizaron por un fuerte compromiso con el objetivo de establecer la democracia-Múltiples artistas de distintas disciplinas, realizaron actividades de alto compromiso y riesgo.
En el año 1977, el autor de teatro y guionista: Pier Heller, de origen Norteamericano se radica en Argentina, con el fin de vivir y experimentar la dictadura y poder volcarla en sus creaciones.El autor citado se vincula con los generadores de cultura de resistencia en Argentina y comienza a difundir sus creaciones.
En el año 1979, en mayo, con dirección de Federico Herrero estrena la obra: -Rostros- del autor Pier Heller en el emblemático Teatro Escuela Central, tal vez el teatro independiente de mayor compromiso en aquel momento, y uno de los teatros con una concurrencia de espectadores como pocas veces se vivió en Argentina. Cuentan espectadores de aquel momento, que al término de cada función el público presente entonaba el himno Nacional Argentino. Pero volvamos a la obra de teatro: _Rostros-, la síntesis argumental muy simple: el último encuentro de un director de teatro con sus actores, encuentro en el que se producen múltiples situaciones.
En épocas de dictadura el público identificaba al director como la dictadura y a los actores como el pueblo sometido. Teatro social de alto contenido con emociones y un singular humor, al mejor estilo Brecht. La obra: -Rostros-, como lo cité se convierte en el título de resistencia, continua en cartera hasta fines de la dictadura.
Cuentan que en un acto de alto contenido emotivo, al regreso de la democracia de baja la obra de cartel.
Muchos mas adelante la obra Rostros se repone con distintos títulos y en nuevas versiones, siempre escritas por Pier Heller: -Psicólogo y pacientes-, -En ropa interior-, entre otros títulos.
En épocas de dictadura el público identificaba al director como la dictadura y a los actores como el pueblo sometido. Teatro social de alto contenido con emociones y un singular humor
Por supuesto el público la acepta nuevamente, pero con un hecho que muestra las múltiples lecturas de una obra de acuerdo a su contexto: en democracia lo qué en dictadura provocaba lágrimas en provocaba sonrisas.
La obra citada tuvo el premio de la presencia de espectadores y premios, y comentarios de los medios especializados.
Cito que además se convirtió en fuente de inspiración para productos comerciales como el programa de televisión Vulnerables y muchas obras de teatro Argentinas y extranjeras.
Rostros, es la primera obra del teatro contemporáneo que presenta en un escenario a un psicólogo y pacientes,
con todo lo qué el espectador imagina.
De todas formas una frase de Pier Heller, define su creación, me pone feliz que el teatro comercial tome mi idea pero mucho más feliz haber vivido las lágrimas y ganas de pelear que generaba a los espectadores en dictadura.
Pier Heller además de Rostros creó otros título emblemáticos: -Charly y la puta-, -Ayúdeme dr. Freud-, -La transgresión-, entre otros. En Rostros, el dramaturgo nos está presentando una metáfora de la creación, que sería el arte en su mejor manifestación en todos los tiempos. Obra clave en el panorama del llamado teatro de resistencia, recordemos que en la última dictadura Argentina, Teatro Escuela Central y Teatro Abierto, cumplieron con una tarea artística valiosa y comprometida. En la actualidad, Nicolás Francisco Herrero, está preparando una nueva versión.