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La osteopatía es una de estas terapias complementarias que más cabida tiene en los últimos años. Al ser complementario no compite con ninguna otra disciplina, como critican algunos gremios
En los últimos años ha aparecido una cantidad ingente de terapias "alternativas" que abre un nuevo abanico de posibilidades en el tratamiento de diferentes patologías. Sin embargo, el propio adjetivo de "alternativo" no hace más que tirar piedras sobre su propio tejado. El término idóneo debería ser terapias complementarias. Es importante pensar en la salud como algo global y holístico. Esta última palabra se ha venido utilizando mucho en la jerga terapeútica, y parece que, a pesar de su significado, excluye muchas otras disciplinas. Si hablamos de holístico, tenemos que hablar de cualquier forma de tratamiento, sea ésta más o menos eficaz, o más o menos tradicional.
La Osteopatía es una de estas terapias complementarias que más cabida está teniendo en los últimos años. Al ser complementario no compite con ninguna otra disciplina, como critica el gremio de la fisioterapia. Mientras esta última podría lograr un fortalecimiento de las estructuras musculares para la mejor recuperación de un esguince, la osteopatía sería necesaria para devolver las superficies articulares a su estado original de equilibrio.
La parte de la osteopatía que aborda la pérdida de movilidad en lesiones articulares se llama osteopatía estructural
La parte de la osteopatía que aborda la pérdida de movilidad en lesiones articulares se llama osteopatía estructural. Algunas de las lesiones que trata esta rama son: dolores en articulaciones, espalda (en cualquier segmento cervical, dorsal o lumbar), tren inferior (cadera, rodilla, tobillo), tren superior (hombro, codo, mano). Además hay otras dos ramas cláramente diferenciadas pero complementarias e interconectadas que son la osteopatía visceral y la osteopatía sacrocraneal. Mientras que la primera se encarga del trabajo con órganos y vísceras, la última trabaja sobre huesos craneales y sacro, membranas intracraneales e intrarraquídeas y líquida cefalorraquídeo. El trabajo craneal es importante a la hora de tratar migrañas, mareos, vértigos, problemas cervicales, insomnio, así como cualquier trabajo de la ATM (articulación temporomandibular) combinado con osteopatía estructural y otras disciplinas.