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Tlazoltéotl-Ixcuina. Un caso de sincretismo en la religión azteca. (Segunda Parte)

28/10/2009 18:40 1 Comentarios Lectura: ( palabras)

En esta segunda parte, se aborda cómo el proceso de sincretismo de Tlazoltéotl-Ixcuina con las Diosas Madres aztecas, se contextualizó en el marco de las reformas ideológicas impulsadas por Moctezuma Ilhuicamina

TLAZOLTÉOTL-IXCUINA. UN CASO DE SINCRETISMO EN LA

RELIGIÓN AZTECA (SEGUNDA PARTE)

POR

ARQLGO. RICARDO RINCON HUAROTA

IV) EXPANSIÓN IMPERIAL + REFORMAS IDEOLÓGICAS = SINCRETISMO RELIGIOSO

El sometimiento económico militar de los mexicas sobre la Huaxteca, se contextualiza en el período durante el cual México-Tenochtitlan se perfilaba a su consolidación como un Estado expansionista. De hecho, la conquista de esa área cultural fue la primera invasión a larga distancia que realizaron los ejércitos aztecas. En los procesos de expansión militar y económica, la religión fue un factor determinante.

En efecto, a partir de 1430, cuando los mexicas derrotaron al poder tepaneca de Azcapotzalco, al que le debían vasallaje, se comenzaron a implantar importantes modificaciones ideológicas. Si bien el Huey Tlatoani o “gran gobernante” Itzcóatl fue quien sacudió a los mexicas del yugo tepaneca y el que ordenó la “reescritura” de la historia mexica, Moctezuma Ilhuicamina, su sucesor, “fue el gran innovador en lo que respecta a los asuntos del culto y al aumento de los sacrificios humanos” (Broda 1985: 447). Con éste se habría de iniciar una serie de reformas ideológicas a través de la cual se modificarían diversos conceptos mítico-históricos para ser adaptados a la nueva visión místico-guerrera de los mexicas.

De acuerdo al historiador Enrique Florescano (1987: 55-67), existió en el México Antiguo la figura del sacerdote-historiador, quien era el encargado de recuperar el pasado. Tal funcionario especializado tenía la responsabilidad de recoger y sistematizar los acontecimientos mítico-históricos que determinado soberano quería recuperar para adaptarlo al presente. Pero la clase sacerdotal no creó o inventó nuevos relatos sino que reformuló los ya existentes; es decir, las adaptaciones se hacían cuando las creencias provenían de “instituciones religiosas consolidadas y de mitos tradicionales” (Conrad/Demarest 1990:74)

De esa manera, a través de su clase sacerdotal, los mexicas harían uso de la historia para “inventarse” a sí mismos. Al respecto, Florescano señala que “…la recuperación del pasado, o la invención de un pasado propio, se manifiestan como una compulsión irreprimible cuyo fin último es afirmar la existencia del grupo, el pueblo, la patria o la nación.” (Ibid: 7). Pero además de esta utilización específica de la historia los mexicas buscaban, mediante el autocomplaciente ejercicio de dotarse de un conveniente pasado, justificar sus ambiciones de conquista y poder.

Tlazoltéotl fue objeto de una manipulación ideológica para satisfacer necesidades de la clase dominante en tres niveles: a) el simbólico-agrícola; b) el político-ideológico y c) el mítico-histórico

En términos generales, su mecánica de “historiar” pretendía vincular un pasado lleno de contratiempos que experimentaron en su migración hacia la tierra prometida, con la etapa de su hegemonía en Mesoamérica, cuando construyeron un Imperio basado en la conquista militar y el tributo. El registro del pasado quedaba consignado en los códices pictográficos, pero también la memoria histórica era difundida “… a través del discurso oral y más vivamente, a través de los mitos, las ceremonias y las escenificaciones rituales…” (Ibid: 63). Como bien señala el autor, mediante el ritual se propagan los mitos, pero más aún, las escenificaciones eran vehículos de expresión de relaciones políticas y sociales. De esa manera, el culto estatal del Templo Mayor:

"…fue usado por la élite guerrera para fundamentar ideológicamente su poder político, en lo que se refiere a la expansión imperial así como al interior de la sociedad. La religión servía en este contexto para mistificar el contenido real de esta situación. Así los dirigentes religiosos mexica reformularon ciertos conceptos antiguos de tal manera que los adaptaron a las necesidades de su vigoroso Estado en expansión." (Broda 1985: 466)

Se verá a continuación que el sincretismo de Tlazoltéotl-Ixcuina con las Diosas Madres aztecas, se contextualiza en el marco de las modificaciones ideológicas mexicas impulsadas por Moctezuma Ilhuicamina. Es decir, la diosa huaxteca fue alcanzada por dichas reformas. Fue objeto de una manipulación ideológica por parte de la clase sacerdotal, la cual reformuló el valor simbólico de la deidad para incorporarlo a ese culto estatal correlacionado con la nueva ideología expansionista y guerrera de los mexicas.

Si bien Tlazoltéotl- Ixcuina ya era conocida por los nahuas desde el Posclásico temprano, el sacerdocio tenochca fijó su atención en ella de manera relevante, una vez que los ejércitos aztecas penetraron militar y económicamente en la Huaxteca. El proceso sincrético se orientó a satisfacer necesidades de la clase dominante mexica en tres niveles: a) el simbólico-agrícola; b) el político-ideológico y c) el mítico –histórico.

Los mexicas buscaban, mediante el autocomplaciente ejercicio de dotarse de un conveniente pasado, justificar sus ambiciones de conquista y poder

En la tercera y última entrega de este artículo, desarrollo cada uno de los tres niveles referidos.


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Filibustero (58 noticias)
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Reportaje
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FER (26/06/2013)

donde puedo leer el siguiente articulo??