Agustín Bustos Fierro, el mayor de los tres hermanos cordobeses que padecen adrenoleucodistrofia, fue trasplantado en las últimas horas, en una clínica de Estados Unidos y "todo salió perfecto", informó la familia del adolescente.

El trasplante de médula ósea, que consiste en una transfusión, se concretó entre las 23, 10 y las 0, 20 hora local, es decir la 1, 10 y 2, 20 hora argentina, en el Centro Médico del Hospital Universitario de Minnesota, donde evoluciona "estupendamente", informó su tía, Andrea Bustos Fierro.

El adolescente se encuentra en buen estado aunque "para saber si la operación fue exitosa y los resultados son los esperados, habrá que esperar 25 días", dijo la mujer.

Andrea ratificó a Télam que, tal como comunicó por Facebook la familia apenas finalizada la intervención, según los médicos "todo salió perfecto", aunque hay que esperar "20 ó 25 días" para evaluar los resultados, "para ver si la médula implantada prendió".

El material trasplantado, que fue aportado por un estadounidense cuya identidad se mantiene en reserva, llegó en avión cerca de las 18.30 a la ciudad donde está Agustín, después de que a la mañana se hiciera la extracción de las células al donante.

Andrea comentó que el trasplante se prolongó "por la cantidad de células trasfundidas, hasta la última gota", y ratificó también que para los médicos, "todo se ha dado como se tiene que dar", es decir según lo previsto.

Para llegar al trasplante, el domingo Agustín recibió la última dosis previa de quimioterapia y el lunes descansó, después de "atravesar con mucha fortaleza", la etapa de preparación para el implante.

Agustín, de 14 años, al igual que sus hermanos Joaquín, de 10, y Matías, de seis, padecen esa enfermedad que afecta el cerebro y repercute en la motricidad, visión, audición y habla con el riesgo, si no se recibe el tratamiento adecuado, de quedar en estado vegetativo.

Por la evolución de la enfermedad Matías todavía no necesita del implante de médula, en tanto que Joaquín fue trasplantado el pasado 27 de junio y se recupera sin inconvenientes, según los estrictos controles que le practican en el centro médico de Minnesota donde fue intervenido.

La otra hermana de los Bustos Fierro, Sofía, no padece esa patología y fue la donante de Joaquín.