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Gota a gota, paciente a paciente, las unidades de cuidados intensivos se van vaciando de Covid algo más rápido de lo que se fueron llenando tras el auge de la segunda ola.
El número de pacientes graves aquejados de coronavirus creció ininterrumpidamente durante 35 días desde el 12 de octubre hasta alcanzar un pico de 3.156 el 16 de noviembre, un incremento del 20, 4%. Entre el pico y el último dato disponible antes de publicarse esta edición ?publicado el viernes? se produjo una caída también constante hasta rebajarse los enfermos a 2.100, una reducción del 33, 46%.
Que se está produciendo un alivio, aunque leve, en las UCI españolas está fuera de toda duda. Prueba de ello es la caída en la ocupación en las camas de intensivos por pacientes con Covid, que durante el máximo de la segunda ola alcanzó un 32, 8% y ha ido descendiendo progresivamente hasta situarse por debajo del umbral de riesgo 'extremo' (25%) con un 21, 98%.
Desde que se alcanzara el pico, todas las comunidades han reducido su número de enfermos graves de Covid en sus UCI. La mayoría de los 1.056 ingresados menos que se han notificado en este periodo se deben a la mejoría de la situación en algunas de las autonomías más pobladas del país. Los 267 pacientes de menos en Cataluña, los 216 en Andalucía y los 105 de Madrid abarcan el 55, 7% de la reducción total registrada en España desde el pico.
Estas tres autonomías junto a la Comunidad Valenciana aportan el 58, 3% de ingresados actualmente en UCI, una cifra que resulta lógica si se tiene en cuenta que entre las cuatro albergan al 59% de los habitantes del país.
Sin embargo, autonomías como Asturias o La Rioja, cuyo peso a la hora de influir en el total nacional es mucho menor, presentan unos números de enfermos graves muy superiores a lo que se esperaría por el tamaño de su población. Por ejemplo, mientras que solo el 2, 2% de los españoles vive en Asturias, el 5, 6% de los pacientes graves a nivel nacional están internos en UCI del Principado. En el otro lado del espectro, Galicia, donde viven un 5, 7% de los españoles, solo aporta un 2, 4% de los ingresados.
Los tiempos de la epidemia ?que provocan que bajen antes los contagios y las hospitalizaciones leves que las graves y los fallecimientos? sugieren que las UCI se seguirán vaciando al menos mientras la incidencia siga bajando. Lo que no está tan claro es que esto vaya a seguir así mucho tiempo.
Los efectos que pueda tener sobre la epidemia el puente de diciembre y unas fechas navideñas para las que faltan poco más de 10 días son inciertos y preocupan mucho al Ministerio de Sanidad y las autonomías. Ya lo advertió Fernando Simón, director del Ccaes, el jueves pasado: «No estamos donde tenemos que estar para sentirnos tranquilos». Tras el puente, cuyos posibles efectos en la epidemia empezarán a notarse esta semana, la Navidad trae un coctel potencialmente perfecto para que estallen los contagios: reuniones sociales entre no convivientes en espacios cerrados, fiestas y desplazamientos interterritoriales.
En EE UU, cuya celebración de Acción de Gracias hace dos semanas puede servir como ejemplo a otros países de lo que podría provocar la Navidad, ya se prevé que la situación llegue muy deteriorada a fin de año. De momento, y aún cuando se espera que el grueso de los contagios que se produjeron en esa fecha se empiecen a notar esta semana, los récords de positivos y muertes diarias se suceden en el país.
Hasta siete comunidades ?La Rioja (46, 7%), Asturias (34, 4%), Castilla y León (31, 8%), Aragón (30, 5%), Cataluña (27, 9%), País Vasco (25, 9%) y la Comunidad de Madrid (25, 6%)? superan aún el umbral de riesgo «muy alto», antes conocido como «extremo», al tener más de una de cada cuatro de sus camas disponibles ocupadas por pacientes con coronavirus.