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Venenos!
Los consideramos y catalogamos de esa forma por el simple hecho de que nos matan poco a poco, haciendo en nuestros cuerpos que estos sean susceptibles a enfermar. Siempre están en la alimentación, son muy extensos y hemos observado que muchas personas son consumidores frecuentes y que añaden cada vez más a las preparaciones, perjudicando seriamente nuestra salud, la presente y la futura.
Pero, esto es un problema cultural, desde que nacemos nos han enseñado a consumir estos productos y así sucesivamente se extienden estos hábitos por todas las generaciones para luego enfermarnos haciéndonos difícil modificar o cambiar estas rutinas y/o estos productos adictivos.
En este listado, los productos que llamados venenos, coinciden en el color por haber sido desprovistos de cualidades nutritivas por la manipulación al que han sido sometidos.
Existe un avance de enfermedades crónicas y degenerativas en la sociedad, como son la diabetes, el cáncer, la hipertensión arterial y muchas mas, que tienen relación directa, contribuyendo al desarrollo.
Se han agrupado estos productos como venenos o generadores de problemas de salud como son: las harinas refinadas, el azúcar blanco refinada, la sal refinada, el arroz blanco y la leche. Harina refinada Cuando más fina y blanca es la harina, menos fibra, vitaminas y minerales contienen. El pan blanco, el pan de salvado (falsos integrales), la bollería, no contienen vitaminas ni minerales, mientras que favorecen problemas como las caries, el cáncer, el colesterol y la diabetes. Los panes recomendables son el pan de centeno y el integral. Azúcar refinada No es buena porque no aporta ningún nutriente, solo calorías vacías. Los azúcares refinados son causantes directos de la obesidad, de desequilibrios nutritivos y caries. Edulcorantes químicos como el aspartame, la sacarina y los ciclamatos se les ha relacionado con un mayor riesgo de cáncer. El problema radica en la forma en que incorporamos los azúcares a la alimentación, las frutas y las verduras, por sí mismas, ya aportan azúcares más saludables. Sal refinada La sal refinada que nos venden es sólo cloruro sódico, que aunque le hayan incorporado flúor o yodo, esto ha sido de manera artificial y no en las proporciones en las que se encuentra en la sal marina pura. Las comidas procesadas se encuentran llena de sal refinada (entre 8 y 20 veces más de la dosis recomendada), provocando aumento del riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. El cloruro sódico "solo" es peligroso para la salud, no así cuando se encuentra compensado, tal como se encuentra en la sal marina con otros minerales como: azufre, boro, bromo, carbono, estroncio, magnesio, potasio, aluminio, arsénico, bario, cesio, cobalto, flúor, fósforo, hierro, litio, manganeso, mercurio, molibdeno, níquel, nitrógeno, oro, plata, radio, rubidio, selenio, silicio, torio, uranio, vanadio, cinc, yodo... Arroz blanco Al igual que las harinas, el refinado por el que pasa el arroz le quita todo el aporte energético y vitamínico que puede tener. El arroz blanco causa aumentos bruscos en los niveles de glucosa en la sangre, lo cual es un riesgo para la diabetes. Aunque el arroz se ha consumido durante siglos, fue en el siglo XX cuando comenzó a refinarse y consumirse como arroz blanco. El arroz integral es una opción más sana porque libera la glucosa de forma más gradual. Leche de vaca Está considerada como la principal causa de alergias en los niños, según la Academia de Alergia, Asma e Inmunología de Estados Unidos, y otra multitud de estudios. El aporte de grasas saturadas y colesterol, como proteínas no son del todo aptas para el humano, hacen considerar que no es un alimento completo y saludable como nos han hecho creer durante años. Algunos estudios la relacionan con la diabetes y hasta con la osteoporosis, porque al ser baja en magnesio, no favorece la absorción del calcio. Si a ello sumamos los medicamentos y hormonas con las que se tratan a las vacas y que por ende aparecen en la leche, hacen recomendable sustituirla por otras alternativas más saludables.
Una dieta adecuada, en la que se sustituyan los "venenos" por fibras y proteínas, carbohidratos complejos (no refinados) y un aporte controlado de grasas buenas (pescados, frutos secos), será la mejor receta para mantenernos sanos y evitar síntomas cada vez más relacionados con la edad, cuando debería relacionarse con la mala alimentación llevada a lo largo de nuestras vidas.
Tomado de http://www.elblogdenutricion.com/ Leer Más »